Esta red paralela tiene como principal objetivo el anonimato
La «dark web», la parte oculta de internet, un vasto mercado de armas, pedofilia, drogas y piratería informática, pero también un refugio para opositores a sistemas totalitarios.
¿Se puede navegar por la «dark web»?
Para acceder a ella, el motor de navegación TOR permite desde 2004 consultar una página a condición de conocer la dirección en 48 caracteres.
En la «dark web» no hay motores de búsqueda públicos. No se puede escribir una palabra al azar para encontrar un nombre.
Esta estructura tiene 110.000 portales activos, una cifra que se ha multiplicado en los últimos cinco años. En cambio el internet abierto, la «clear web», registra 1.600 millones de sitios.
«Pero asistimos a una masificación, ya que hace cinco años, sólo había 10.000 sitios activos», explicó Nicolas Hernández, jefe de Aleph Networks, empresa francesa que desarrolló uno de los únicos motores de búsqueda del mundo que funciona en la «dark web».
Auge de la pornografía infantil
«También hay muchos sitios de venta de drogas, que son muy activos. Para las ventas de armas, contaban con una decena de sitios hace tres años, hoy son más de 200», detalló.
Los datos robados también son objeto de un mercado importante.
Aleph Networks registra actualmente más de 1,4 millones de números de tarjetas activas disponibles para la venta, miles de millones de correos electrónicos con sus contraseñas, y 12 millones de carteras robadas de Bitcoin.
Además se pueden encontrar accesos a cuentas de Facebook o Twitter y programas para piratear una cuenta de Gmail.
Mafia cibernética
Los sitios que venden datos básicos que permiten elaborar correos electrónicos de «phishing» (fraude online) se ofrecen a usuarios que los compran para piratear un sistema.
También hay programas informáticos de piratería listos para su uso, que son vendidos o entregados a cambio de un porcentaje de las ganancias.
En esta red hay ofertas de trabajo reclutan piratas informáticos «autónomos» y plataformas que publican las solicitudes de rescate después de los robos de datos, difundiendo una parte de la información a modo de «prueba».
Si la víctima no paga, entonces los datos se ponen la venta.
Las transacciones se pagan en criptomoneda o, aún más simple, usando cuentas de Paypal robadas.
Neonazis y detractores de los JJOO
«Es lo que ocurre actualmente con los movimientos neonazis francófonos, ultraviolentos, que se comunican en la ‘dark web’. Vemos foros y comunidades que se están tejiendo», comentó preocupado.
La «dark web» es el lugar de cita para los «hacktivistas», activistas que preconizan acciones violentas y ciberataques.
«Observamos discusiones sobre planes de ataques contra los Juegos Olímpicos de París, que atraen a todo tipo de ‘hacktivistas’. Hablan de ataques a las cámaras, robos de datos de los proveedores (…) Se están articulando», advirtió Hernández.
Redada efímera
«Pero habría que saber si se trata de administradores del sistema. Esto puede no detener su actividad porque, por lo general, los fundadores se protegen. Es difícil proclamar la victoria, sobre todo si la plataforma es rusa», explicó Hernández.
«En cuatro meses las plataformas se reconstruyen. La ‘dark web’ fue diseñada para el anonimato. Si no cometen errores, será muy difícil identificarlos. Es necesario que los Estados sean conscientes de lo que se encuentra en la ‘dark web’ y se ocupen de ello, porque esta zona se vuelve peligrosa», afirmó.
Sin embargo, la «dark web» es también un espacio de libertad. Denunciantes, disidentes, periodistas y todos aquellos que huyen de la represión de ciertos Estados se encuentran allí, protegidos por el anonimato.