Un informe de la asesora financiera Bloomberg explica la afectación que sufre, principalmente, el comercio exterior
Una publicación de la asesora financiera Bloomberg revela que anualmente Bolivia pierde entre el 1,5% y el 3,4% de su Producto Interno Bruto (PIB) debido al sobrecosto logístico de no contar con acceso soberano al mar.
La publicación explica que la “derrota de Bolivia en la Guerra del Pacífico (…) ha marcado su historia económica y social hasta ahora; aunque más allá de su enclaustramiento geográfico, las dificultades internas, arraigadas en la estructura económica y política del país”.
Desde el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), una asociación empresarial mundial de instituciones financieras, explican que “Bolivia pierde entre el 1,5% y el 3,4% de su PIB cada año; debido al sobrecosto logístico de no contar con acceso soberano al mar; lo que equivale a entre $us 400 millones y $us 1.000 millones anuales”.
Estos sobrecostos incluyen gastos en transporte, almacenamiento y seguros asociados al uso de puertos chilenos y peruanos como Arica, Antofagasta, Ilo y Matarani. Además, calculan que los paros laborales en puertos extranjeros han generado pérdidas acumuladas; de al menos $us 500 millones en los últimos cinco años.
Competitividad
Según el economista del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) Jonathan Fortún, la falta de acceso al mar es un factor crucial que “limita la competitividad de Bolivia, pero no es el único obstáculo. Las dificultades internas, arraigadas en la estructura económica y política del país; también contribuyen significativamente a sus limitaciones”.
Detalla, por ejemplo, el predominio del sector informal que representa más del 60% de la fuerza laboral. Además, “el entorno regulatorio en Bolivia también desincentiva el desarrollo del sector privado formal. La carga tributaria es alta; y las regulaciones laborales son consideradas rígidas, lo que desalienta a los empresarios a registrar formalmente sus negocios”.
El reporte menciona también a Jaime Dunn, economista boliviano, quien cita estudios de la ONG Oxfam para indicar que el crecimiento de los países en vías en desarrollo sin litoral era de entre el 1% al 2% inferior a aquellos que sí tienen costa.
Por su parte, el economista y profesor de IE University Juan Carlos Martínez dice que, si bien es difícil de precisar la pérdida económica que para Bolivia supone no tener acceso soberano al mar; “el Gobierno boliviano lo estimó en una pérdida de dos puntos de PIB al año”.
Sin mar
Uno de los impactos más notorios de la falta de acceso soberano al mar se refleja en el comercio internacional; dado que las exportaciones bolivianas se ven reducidas en alrededor de 45% debido a los altos costos de transporte y las barreras administrativas, según el análisis de Jonathan Fortún.
Entre 1975 y 2020, añade Fortún, estas pérdidas acumuladas llegaron a los $us 35.700 millones, al tiempo que Bolivia enfrenta brechas en materia de exportaciones con respecto a países vecinos como Chile o Perú; “atribuible en parte a desafíos logísticos y estructurales que limitan su competitividad en el comercio internacional”.
Asimismo, añade que la condición de Bolivia también genera repercusiones en la inversión extranjera directa (IED), que cayó en 2022 en $us 578 millones; lo que contrasta con el aumento del alrededor del 55% en América Latina y el Caribe durante el mismo período (según datos del Banco Central de Bolivia y de la Cepal citados por el especialista de IIF).
De acuerdo con el índice de desempeño logístico (LPI) del Banco Mundial, Bolivia compartió el puesto 115 entre 139 países; lo que a juicio de Fortun “refleja sus limitaciones en infraestructura; procesos aduaneros y eficiencia logística en comparación con sus pares de la región”
Según Fortún, Paraguay ofrece un ejemplo para Bolivia por su contexto similar en Sudamérica; destacándose por aprovechar el sistema fluvial del río Paraguay-Paraná para acceder al océano Atlántico.
Tras la guerra del Pacífico se fijó una nueva delimitación territorial en el tratado de 1904; que terminó con la pérdida de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa boliviana.