Por un lado, hay decenas de legisladores emitiendo terribles advertencias sobre violaciones de seguridad mientras que por el otro hay usuarios que defienden la plataforma.
Por un lado, hay decenas de legisladores estadounidenses emitiendo terribles advertencias sobre violaciones de seguridad y posible vigilancia china.
Por el otro, hay unos 150 millones de usuarios de TikTok en Estados Unidos que quieren seguir usando la plataforma de videos. El contraste ilustra la batalla cuesta arriba que enfrentan los legisladores para tratar de convencer al público de que China podría usar TikTok como arma contra Estados Unidos. Pero muchos usuarios de la plataforma están más preocupados por la posibilidad de que el gobierno les quite su aplicación favorita.
El director general de TikTok, Shou Zi Chew, dijo durante una audiencia en el Congreso de casi seis horas el jueves que la plataforma nunca ha entregado datos de usuarios al gobierno chino y que no lo haría si se lo pidiera.
Sin embargo, legisladores, el FBI y funcionarios de otras experiencias encontraron dando la alarma de que la ley china obliga a las empresas chinas, como la empresa matriz de TikTok, ByteDance, a entregar datos a China para cualquier propósito que considere relacionado con la seguridad nacionales. También existe la preocupación de que Beijing pueda impulsar narrativas a su favor a través de la plataforma.