Está claro que el Gobierno ya no tiene más del 50% de los legisladores y eso lo obligará a negociar cada caso. Probablemente el MAS logre unirse en algunos temas, pero la administración del Legislativo boliviano será ahora mucho más compleja para el oficialismo, considerando además que el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, se declaró parte del ala evista.
El presidente Luis Arce posesionó la noche del jueves a Eduardo Del Castillo como ministro de Gobierno pese a que fue censurado por la Asamblea Legislativa y con ello rompió definitivamente y se alista a gobernar a partir de ahora en minoría, por lo menos en asuntos sensibles.
La censura de Del Castillo el martes demostró que la bancada arcista tiene 42 parlamentarios, que fueron los que votaron contra la censura del ministro. La suma de las bancadas opositoras y la del evismo tienen unos 100 legisladores, es decir más de dos tercios. Sin embargo, las cifras varían porque en ocasiones votan los suplentes, como sucedió el martes, que por lo general son más evistas.
La aprobación de varias iniciativas legislativas quedan a partir de ahora en duda, por ejemplo la autorización de créditos que podrían ayudar a contrarrestar la difícil situación financiera nacional e incluso la aprobación de contratos con el Estado con empresas como las que explotarán el litio.
Empero, está claro que el gobierno ya no tiene más del 50% de los legisladores y eso lo obligará a negociar cada caso. Probablemente el MAS logre unirse en algunos temas, pero la administración del Legislativo será ahora mucho más compleja para el oficialismo, considerando además que el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, se declaró parte del ala evista.
Ese equilibrio de fuerzas fue el que permitió, precisamente, la censura de Del Castillo. Por primera vez desde 2009 que se produjo la censura del algún ministro del MAS.
Para la censura, se requieren dos tercios de los votos de los legisladores presentes.
Diversos analistas comentaron en las últimas horas la nueva realidad política nacional, es decir el hecho de que Arce gobernará de ahora en adelante en minoría, algo que no ocurría desde el gobierno de Hernán Siles, entre 1982 y 1985.
Precisamente esa situación hizo que Siles tuviera un gobierno débil y no pudiera concluir su mandato.
El Jefe de Estado demoró dos días en tomar la decisión de ratificar a Del Castillo.
Como hizo la expresidenta Jeanine Añez en 2020 cuando ratificó en el cargo a sus ministros Arturo Murillo y Luis Fernando López después de que fueron censurados en la Asamblea Legislativa, Arce posesionó de nuevo a Del Castillo.