Franz Chuquimia falleció el lunes cuando era transportado al hospital y tras el velorio familiar ayer fue llevado hasta el Teatro Municipal de La Paz, donde tuvo lugar la misa de cuerpo presente “y su último concierto”. Fue enterrado en el Cementerio Jardín
Las calles del centro histórico de La Paz fueron tomadas por decenas de personas que corearon las canciones de Franz Chuquimia, el líder de Jach’a Mallku que falleció el lunes. La emotiva despedida tuvo lugar ayer en el “último concierto” en el Teatro Municipal Alberto Saavedra.
“Cuando me vaya, si quieres llorar, mejor regalame una sonrisa, no quiero llanto, quiero alegría, recordaré siempre, mi despedida”, cantaba Chuquimia en una de sus últimas presentaciones en Oruro. El lunes su voz se fue, pero su legado musical se quedó.
“Mi papá no está muerto, está con nosotros, aquí, dándonos la fuerza que necesitamos, agradecer a todos por estar aquí. Y papito hubieras querido que nada de esto termine, que continúe y vamos a seguir con tu legado. Mira tanta gente que ha venido a verte, que te quiere”, afirmó con la voz entrecortada Sebastián, uno de los hijos de Franz sobre las tablas del teatro, donde recibió homenajes. “Es la primera vez que piso el escenario, la segunda vez que agarro el micrófono y lo hago por mi papá”, confesó el muchacho.
El municipio paceño facilitó el teatro Alberto Saavedra Pérez para la despedida final al cantautor nacional que recorrió todos los escenarios del país. Nacido en La Paz en 1969, fundó Jach’a Mallku cuando tenía 25 años. Desde entonces no hizo otra cosa que cosechar éxitos en el occidente del país, en países vecinos y Europa.
En la despedida, los músicos de su agrupación interpretaron algunos de sus éxitos como Por quererte más y Morenada al amor. Los asistentes al velorio se sumaron a los cantos entre aplausos y lágrimas. “Siempre vivirás en nuestros corazones”, “vuela alto compadre”, “que viva Jach’a Mallku”, “gracias, maestro Franz por tus enseñanzas”, expresaron los músicos de la agrupación, para luego interpretar la reconocida morenada Cecilia. La multitud que copó el teatro coreó sin parar cada canción entre sollozos.
Allí mismo tuvo lugar la misa de cuerpo presente. A las 13:00 concluyó el velorio. Una multitudinaria caravana, en compañía de la banda municipal Eduardo Caba, recorrió las calles del centro paceño en una marcha fúnebre hasta el Cementerio Jardín.
Poco antes, el cortejo fúnebre llegó hasta la Plaza Murillo y la multitud no paró de corear sus canciones. Tampoco se detuvo la lluvia de flores que llegó al ataúd.
La noche del pasado sábado, el grupo folclórico sufrió el robo de sus equipos de música, uniformes e instrumentos de su vehículo en las calles Belisario Salinas y Presbítero Medina, en la zona de Sopocachi de La Paz, según publicó el centro cultural Jach’a Mallku.
El lunes 19 por la mañana, el cantautor fue transportado al hospital Obrero donde debía ser sometido a una diálisis, aunque también estaba afectado por el robo que había sufrido el grupo.
René Tambo, jefe de la División de Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de La Paz, confirmó la muerte del músico que se produjo al interior del vehículo que lo llevaba al centro médico.
El artista, en una reciente entrevista con el canal estatal, contó que hace unos tres años sufrió un pequeño resfrío en medio de la pandemia por el covid-19 y que, en una segunda ocasión, el año pasado, volvió a contagiarse por esta misma enfermedad hasta terminar en el hospital. “A raíz de eso tuve que perder mis dos riñones, hoy soy enfermo renal crónico, y dializo en el Hospital Obrero. He preferido que se pierdan unos riñones a perder la vida, porque ya estaba por llegar la enfermedad a los pulmones”, reveló.