¿Cómo afecta a los niños la llegada de un hermano?

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  • s normal que el primogénito experimente algunos celos de su nuevo compañero.

    El escritor Delibes retrató en la novela El príncipe destronado un momento especialmente delicado en la vida de muchos niños pequeños: la llegada de un hermano.

    Y es que se trata de un acontecimiento que cambia radicalmente la vida y las dinámicas de la familia, y como es lógico esto puede tener un impacto profundo en el hermano mayor que podría desarrollar incluso celos del recién llegado.

    El síndrome del ‘príncipe destronado’

    Debemos tener en cuenta que el nacimiento del segundo hermano inevitablemente obliga a introducir ajustes en la manera en la que se distribuyen ciertos recursos no materiales, como el tiempo, el cuidado y las atenciones.

    Por ello, es normal que el mayor pueda llegar a experimentar celos de su hermano. De hecho, podría incluso considerarse que es parte del proceso de maduración del hermano mayor, que teme sentirse desplazado al perder el protagonismo que hasta ese momento tenía.

    El pequeño puede expresar estos celos de muchas manera, incluyendo quejas, síntomas físicos (vómitos, dolor de barriga, disminución del apetito) enuresis (mejorar la cama), llanto fácil, desobediencia, extrema sensibilidad, cambios en el lenguaje, miedo por la noche, agresividad, inquietud…

    ¿Cómo evitar los celos?

    Manejar esta etapa de la manera correcta puede marcar la diferencia, especialmente de cara a evitar que el primogénito lo pase mal. Y aquí la principal estrategia radica en preparar al niño para los cambios que va a experimentar en su vida.

    Por ello, se aconseja explicarle lo que conlleva la llegada de un hermano, por ejemplo empleando cuentos o historias, destacando las ventajas que tiene el acontecimiento. Igualmente, se debe insistir en que se le va a querer de igual manera y que el nacimiento de un hermano no supone perder ese amor y esa atención.

    Por otra parte, conviene evitar que otros hechos potencialmente estresantes coincidan en el tiempo con este periodo, por ejemplo cambios de vivienda o colegio, para evitar suavizar el impacto del nacimiento en el hermano mayor.

    Finalmente, otro consejo común es evitar en todo caso fomentar un clima de competición, en su lugar tratando de crear un ambiente de buena relación entre los dos e incluso pedir al mayor que ayude en alguna tarea relacionada con el cuidado del menor, felicitando los gestos de afecto y generosidad hacia este último.


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