Combustibles y bienes de capital marcan las importaciones de Bolivia

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En combustibles, el valor de las compras de Bolivia en 2022 subió en 94 %.

Casi al mismo ritmo que las exportaciones, las importaciones del país también lograron un importante crecimiento en 2022; no tanto en volumen, pero sí mucho en precios, de la mano de los bienes de capital y sus derivados y de los combustibles.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recopilados en un boletín del IBCE (Instituto Boliviano de Comercio Exterior) las importaciones del país llegaron a $us 13.049 millones, 36 % más que en 2021 en valor.

En términos de volumen, el promedio de crecimiento de las importaciones es de 3 %. Las variaciones se explican por el alto movimiento de los precios, que para el país es más notorio en la compra de combustibles.

El 52 % de las compras externas están en bienes de capital, suministros industriales y equipos de transporte, lo que los empresarios y el mismo Gobierno reconocen como un gran movimiento en la industria nacional, que cada vez está comprando más equipamiento para su reactivación.

Los combustibles y lubricantes están en un segundo lugar con 33,5 %. Le siguen los artículos de consumo, con 9,3 % y los alimentos y bebidas, con 5,3 %.

La importación de combustibles subió en 94 % en valor y solo un 12 % en volumen, con una fuerte variación debido a un “efecto precio”, dice el reporte del IBCE.

Es decir, en términos de presupuesto, el país gastó casi el doble de lo que tenía programado para financiar la importación de diésel y gasolina en 2022.

Los expertos explican que, producto de la guerra entre Rusia y Ucrania, los precios de los alimentos, la energía y los combustibles se incrementaron en los mercados internacionales, a tal grado que muchos hasta se duplicaron.

Rusia, el gran proveedor de Europa, rompió relaciones con esta comunidad y ahora aplica sus propias escalas. Influye también y en gran medida la logística que el 2022 se ha visto interrumpida producto de la guerra.

En cuanto a las cifras de 2022, se puede ver que el capítulo Combustibles y lubricantes logró un crecimiento del 12 % en volumen y 94 % en valor. Le sigue el capítulo de Bienes de capital, con 28 % en volumen y 31 % en valor.

También figuran los equipos de transporte y sus accesorios, que en volumen llegaron a 11 % de aumento y en valor a 18 %. Los artículos de consumo subieron en 5 % en volumen y 6 % en valor, según las cifras publicadas. Uno de los capítulos que presenta cifras encontradas es el de alimentos y bebidas, que en volumen tuvo un bajón de -25 %, pero en valor registra un incremento de 5 %. Igual que con los combustibles, estos números se explican —sobre todo— por el “factor precio” que cambia en todo el mundo.

Lo propio ocurre con los suministros industriales, que en 2022 registraron una caída en las importaciones en cuanto a volumen de -2 %, pero en valor aumentaron en 18 %. (Ver infografía).

Con estos registros de las importaciones, frente al nivel de exportaciones que el país logró en 2022, con un nuevo récord de 13.653 millones, la balanza comercial fue positiva para Bolivia, con más de $us 603 millones.

El año pasado, en una gestión histórica para el comercio exterior del país, destacaron las ventas de productos no tradicionales, como los derivados de soya, la urea y el carbonato de litio.

Por su puesto que para este año, tanto los empresarios como el Gobierno central esperan que las cifras de las exportaciones se repitan o, en todo caso, mejoren; esta vez, más de la mano del litio, cuyas plantas industriales comenzarán a trabajar a medio año.

Sobre la compra de combustibles, que es el lado más delicado de las importaciones, el Gobierno comenzó a aplicar una serie de medidas para que se deje de depender tanto del diésel, por ejemplo, y se migre hacia otras energías más limpias. Pero también apunta con fuerza a la generación de biodiésel y ya está en marcha la construcción de la primera planta en el departamento de Santa Cruz.

Se espera que opere este año. El mismo presidente de YPFB, Armin Dorgathen, dijo que el 2023 se tendrán los primeros litros.


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