Los avasalladores que atacaron con armas de fuego y dinamita a los pobladores de Cotapachi en Quillacollo están vinculados con la toma violenta de tierras en el valle alto y en la zona sur de la ciudad de Cochabamba, señaló ayer el abogado de los comunarios, Eduardo Mérida.
A tres días del enfrentamiento, el jurista comentó que se iniciaron dos procesos contra los presuntos avasalladores: uno por la portación ilegal de armas y explosivos y el otro por intento de asesinato.
Informó que la salud de los cuatro comunarios que resultaron heridos es crítica por los golpes y los impactos de balas, por lo se solicitó a la Fiscalía que amplíe las investigaciones para identificar a los “cabecillas” de los avasalladores.
“Estamos esperando que se nos otorgue las citaciones porque obviamente faltan los principales cabecillas. Estamos seguros que no solo han operado en Quillacollo, sino en el sur de Cochabamba y en el valle alto. Son loteadores profesionales con grandes capitales”, afirmó.
Mérida mencionó que, el fin de semana, la justicia resolvió enviar a la cárcel de San Pablo y San Sebastián a seis personas capturadas por los pobladores durante los enfrentamientos del pasado viernes.
Tras los hechos violentos, un contingente de policías permanece en el área, mientras que los comunarios mantienen una vigilia, dijo el dirigente de Cotapachi, Lucio Padilla.
Entre tanto, el director de Urbanismo, Mauricio Paz, dijo que la Alcaldía realizará inspecciones para evitar asentamientos, pero puntualizó que la disputa del derecho propietario debe ser resuelta por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).