Cochabamba. Más de 4 años de calvario: una joven víctima de violación muere sin justicia

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Nueve taxistas recibieron sentencias de entre 15 y 22 años de cárcel en 2021 por violación a infante, niña, niño o adolescente, pero la mayoría goza de libertad debido a que las condenas no han sido ejecutoriadas. La familia de la víctima clama justicia.

Sofía, nombre cambiado, falleció el viernes a sus 18 años. La joven fue víctima de violación desde sus 12 por nueve conductores que trabajaban en la empresa de radiotaxis que administraban sus padres en Quillacollo, Cochabamba.

Su madre recibió la peor noticia el sábado 25 de febrero. Sofía estaba desaparecida desde el martes 21. Por la mañana, le pidió a su padre que la lleve a la plaza Bolívar. Quería caminar y despejar su mente, pero no volvió más a su hogar.

Sus padres acudieron a la Policía, donde, como es habitual, les pidieron una fotografía de su hija para elaborar y repartir el afiche de desaparición. Decidieron no llevar la foto porque temían que el viralizar su imagen afecte su proceso de sanación, ya que sufría episodios depresivos y, anteriormente, intentó quitarse la vida por todo lo que había atravesado, más sabiendo que varios de sus agresores estaba libres, pese a haber sido sentenciados en 2021. Estaban buscándola durante esos días creyendo que sufrió «lagunas mentales» y que, en cualquier momento, iban a dar con su paradero.

La joven estaba retomando sus sueños. Hace poco comenzó sus estudios en Ingeniería Industrial, pero, por causas que están en investigación, apareció inconsciente el Martes de Ch’alla en inmediaciones de las calles Ernesto Céspedes y Teófilo Vargas de Quillacollo. Los vecinos la auxiliaron y, ese mismo día, fue ingresada al Hospital Benigno Sánchez. No resistió y perdió la vida el viernes. Su fotografía se viralizó en redes sociales y, de esa manera, sus padres se enteraron de la tragedia. Piden una investigación transparente.

CALVARIO Hace un par de meses, la madre de Sofía, en entrevista con OPINIÓN, se mostró decepcionada de la justicia. Creyó que el calvario judicial había llegado a su fin cuando los nueve taxistas acusados de violación a infante, niña, niño o adolescente fueron declarados culpables en abril de 2021 y recibieron sentencias de entre 15 y 22 años de privación de libertad. Sin embargo, dio a conocer, en ese entonces, que solo cuatro cumplían sentencia en prisión, mientras que el resto gozaba de impunidad.

En mayo de 2018 se descubrió que su Sofía estaba siendo víctima de violación. Los agresores eran cercanos a su familia.

Los papás de la víctima tenían una empresa de radiotaxi en Quillacollo. Los nueve sentenciados trabajaban con ellos y, en esas circunstancias, conocieron a sus hijos. Sofía algunas veces hacía de operadora, mientras su madre cocinaba o realizaba alguna tarea por corto tiempo.

Los taxistas que se convirtieron en sus agresores fueron ganándose su confianza. El 20 de mayo de 2018, la mamá conoció que su hija estaba siendo ultrajada sexualmente por choferes que trabajaban en su empresa; la mayoría por lo menos había cumplido cuatro años de servicio.

Ese día, la familia se encontraba en un acontecimiento social. La madre se percató que Sofía ya no estaba en el lugar y comenzó a preguntar por ella y a buscarla. La víctima, que tenía 13 años, llegó al anochecer a su inmueble. Su mamá le preguntó dónde había estado y le pidió que confié en ella. Su hija le confesó que José Efraín Rojas Q., uno de los taxistas que trabajaba en la empresa de radiotaxi, la llevó con engaños a varios lugares y luego la agredió sexualmente en un motel.

De inmediato, la madre buscó ayuda en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Quillacollo. La Policía capturó al denunciado.

Durante la investigación, se conoció que Sofía fue víctima de violación desde sus 12 años. José Efraín no era el único agresor sexual. Primero se descubrió que cuatro compañeros suyos también habían cometido el delito de violación en contra de la menor de edad y luego se supo de cuatro autores más.

Dijo que los acusados fueron juzgados en dos grupos. Los dos casos por violación a infante, niña, niño o adolescente fueron atendidos por los tribunales de sentencia 1 y 2 de Quillacollo. Solo cuatro estarían cumpliendo su sentencia en cárceles de Cochabamba.

Para la mamá de Sofía, los agresores sexuales son los responsables de la muerte de su hija, quien no volvió a ser la misma desde que fue víctima de violencia sexual. Tenía miedo salir a la calle porque había visto a sus agresores circular sin ninguna restricción. Vivía con miedo.


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