Cocaleros advierten que ni la detención de Camacho calma la molestia con Arce

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En las Seis Federaciones del Trópico califican la detención del gobernador del gobernador cruceño como regalo de Navidad. Aseguran que forma parte de un “cálculo político o distracción”. Piden cambio de autoridades en el Ejecutivo

La detención del gobernador Luis Fernando Camacho es considerada por los opositores como un “trofeo” del Gobierno para subsanar las peleas internas del MAS y detener los constantes cuestionamientos a la gestión de Luis Arce. Incluso, algunos creen que miden fuerzas entre bandos de quién ejerce más “abuso de poder”. Sin embargo, los cocaleros, junto a su líder y jefe del MAS, Evo Morales, se mostraron escépticos ante la detención de la autoridad electa y alertaron que sería parte de un “cálculo político”.

En la evaluación anual al Gobierno realizada el viernes por la cúpula del MAS y las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Evo Morales y los cocaleros afirmaron que no se dejarán engañar ni convencer con la detención por cuatro meses del gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, y advirtieron con movilizaciones en caso de que lo liberen y no lo juzguen por el ‘delito de genocidio’ ocurrido de 2019.

Se referían a los hechos de violencia que se produjeron en Sacaba y Senkata después de que Morales renunciara a la Presidencia y se refugiara en México, luego de que se conociera un informe emitido por la Organización de Estados Americanos (OEA) que documentaba los indicios de un fraude en las elecciones generales de octubre de ese año.

“No vamos a permitir y no vamos a dejar que nos engañen y mientan con aprehensiones. Esperamos que se haga justicia. Algunos se han puesto alegres, (cuando) el ministro de Gobierno (Eduardo del Castillo) nos ha dado como un regalo de Navidad por aprehender a Camacho. Pero, ellos ya deberían haberlo hecho cuando han ingresado al poder, en los primeros meses para que Camacho ni siquiera pudiera candidatear como gobernador de Santa Cruz y que ha perjudicado con el censo”, sostuvo la dirigente cocalera Vilma Colque.

Varios cocaleros se hicieron eco de estas palabras, que se incluyeron en las conclusiones del encuentro y se convirtieron en pedidos para el Gobierno. Los dirigentes observaron que dentro del denominado caso ‘Golpe de Estado I’ solo se investiga la alteración del orden constitucional en 2019, pero no las muertes suscitadas en noviembre cuando se activó el Decreto Supremo 4078 que dio “libertad para matar”, según argumentan.

En esa oportunidad, las acciones corresponden a las medidas asumidas por el entonces gobierno transitorio, a las Fuerzas Armadas y a la Policía. El entonces líder cívico de Santa Cruz no participó de los hechos.

Morales, a modo de conclusión, agregó que: “Ni (la expresidenta Jeanine) Áñez ni Camacho ni los militares que ya salieron de la cárcel están siendo procesados por las masacres de Senkata y de Sacaba. Estamos escuchando el pedido, queremos 30 años de cárcel por genocidio a los autores intelectuales y materiales. Que no nos engañen algunos ministros deteniendo a Camacho con haber hecho justicia. Camacho no está siendo procesado por las masacres, sino por no haber cumplido normas y leyes”, afirmó el líder cocalero y jefe nacional del MAS.

Por su lado, Víctor Herrera, representante de los cocaleros de Chimoré, pidió no solo emitir votos resolutivos para exigir 30 años de cárcel para el gobernador de Santa Cruz, sino para evitar que el jefe de Estado les “maree la perdiz” sugirió “ir a pelear físicamente a La Paz” hasta conseguir la sentencia.

El descontento y rechazo del ala ‘evista’ hacia el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, y al de Justicia, Iván Lima, siguen vigentes y continúan los pedidos de su destitución.

En tanto, luego de que Camacho pasara un día en el penal de Chonchocoro, ambas autoridades aparecieron ante los medios de comunicación en un tono triunfalista. Por un lado, Del Castillo presentó los resultados de la lucha contra el narcotráfico de 2022 y Lima salió a defender el actuar de la Policía, la Fiscalía y la administración judicial “enmarcadas en el debido proceso”.

La dirigente Florinda Soliz afirmó que la detención de Camacho es parte de un “cálculo político para no ir en contra del ministro de Gobierno” por lo que pidió a sus compañeros estar alertas y “no olvidar que Del Castillo tiene acuerdo con el tema narcotráfico y eso no puedo callar”.

Soliz agregó que el primer mandatario, para mejorar su gestión, debe cambiar su gabinete de ministros. Durante la evaluación, también incluyeron en la lista de autoridades que deben ser retiradas al ministro de Economía, Marcelo Montenegro, por subestimar las opiniones de Morales respecto a la situación económica que vive el país y por el “bajo presupuesto” para las alcaldías y gobernaciones.

El expresidente acotó que también se debe sacar a los ministros que no son militantes del MAS-IPSP y a los funcionarios “pititas” que trabajaron en el gobierno de Jeanine Añez.

Ausencia de los mandatarios

El presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca fueron invitados a la evaluación de su gestión. Sin embargo, ninguno se presentó. Este hecho fue considerado por los cocaleros como un acto de traición.

“Nuestro gobierno nos ha traicionado, si estarían con nosotros estarían presentes en la testera, eso no importa. ¿Cómo hemos hecho nacer el instrumento político, cómo ha empezado la revolución? Igual continuamos, con ellos o sin ellos la lucha sigue, no vamos a desmayar”, manifestó la presidenta del MAS de Cochabamba, Primitiva Huarachi.

Hace una semana, el dirigente de los interculturales, David Veizaga, dijo que Arce debía “asistir de manera orgánica”. Incluso, el diputado Freddy López aseguró que iba a ser censurado si faltaba.

En respuesta, el diputado Juan José Jáuregui afirmó que el presidente tiene un compromiso internacional por la posesión de su par en Brasil, Lula Da Silva, que se realizará el 1 de enero. Sin embargo, el viernes el mandatario publicó fotografías de la reunión que sostuvo con la organización de mujeres Bartolina Sisa en la Casa Grande del Pueblo, en La Paz.

Es la segunda vez que las dos primeras autoridades del Estado no atienden una invitación del MAS. El 18 de diciembre, fecha en que el MAS celebra su ingreso al Gobierno, ni Arce ni Choquehuanca llegaron al estadio en Sacaba. Para los dirigentes, su ausencia a estos dos actos es una confirmación de “que no están más con nosotros”, dijo Rimer Rojas, de Yungas del Chapare.

Hablando de traición, las Seis Federaciones lamentaron lo ocurrido en la Asamblea Legislativa Plurinacional y pidieron resolver las diferencias entre los dos bloques. El senador Andrónico Rodríguez dijo que el 2023 se deben resolver las peleas o definir quienes no están con el proceso.

El diputado Héctor Arce adelantó que la única forma de unificar la bancada nacional del MAS es que Andrés Flores dé un paso al costado y se elija a un tercero.

Otras conclusiones

Los cocaleros no solo hablaron de la coyuntura respecto a la determinación de la justicia, también cuestionaron a algunos funcionarios de las alcaldías que estarían irrumpiendo en los congresos y ampliados para hacer campaña por algunos dirigentes.

Por otro lado, pidieron al Gobierno concluir las obras que empezó el expresidente Morales y cumplir las promesas de más escuelas y hospitales para el trópico. El líder del partido azul reiteró la importancia de crear un ministerio o viceministerio de Ganadería y una dependencia de Ciencia y Tecnología.

Entre los asuntos internos, trataron la posibilidad de una reunión del Runasur de los pueblos indígenas para debatir lo ocurrido en Perú con el expresidente Pedro Castillo. Asimismo, plantearon un encuentro de intelectuales antiimperialistas. Sobre el club de fútbol Palmaflor, sugirieron cambiar de nombre a Cocaflor del Trópico. Para enero preparan un amistoso con un equipo argentino.

CINCO HECHOS QUE MARCAN LA DIVISIÓN DEL MAS

  1. Los cuestionamientos al ‘jefazo y al jefismo’

Los primeros ataques al interior del MAS provinieron del exviceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental Freddy Bobaryn, quien criticó al “jefazo” del MAS, Evo Morales, y a su entorno que denominó “jefismo”, al que responsabilizó de “forzar una candidatura a la presidencia, por cuarta vez” en 2019. Meses más tarde fue destituido del cargo por sus constantes “ataques” al expresidente. En este momento empezaba a entreverse dos bloques dentro del MAS: los renovadores defensores del Gobierno y de las ideas de David Choquehuanca y los ‘evistas’, que hasta hoy cuidan la imagen del exmandatario.

El diputado Héctor Arce fue el primero en responder a los dichos de Bobaryn en su artículo de opinión publicado en el periódico gubernamental. 

  1. Evaluación al gabinete ministeria

En diciembre de 2021, el Pacto de Unidad y el MAS habían sugerido al presidente Luis Arce cambiar a los miembros de su gabinete ministerial. En especial observaron a los ministros Eduardo Del Castillo e Iván Lima, quienes tampoco están registrados como militantes del partido azul. Luego surgieron otros nombres, sin embargo, pese a las resoluciones y constantes pedidos, el primer mandatario hizo caso omiso y continuó con su gabinete intacto. Aunque sí hubo algunos cambios en los viceministerios como de Vivienda, Recursos Hídricos y otros. Ahora en el ampliado de las Seis Federaciones del Trópico pidieron alejar al ministro de Economía, Marcelo Montenegro, por “subestimar” el análisis económico del líder del masismo.

  1. Acusaciones frecuentes de narcotráfico

A mediados de año, la división del MAS se había convertido en un secreto a voces. La expulsión de Rolando Cuéllar, del ala renovadora, al igual que Angélica Ponce dejaban entrever las diferencias que luego tomaron más fuerza. El diputado expulsado fue una pieza clave para iniciar las acusaciones por vínculos con el narcotráfico, ya que acusó al vicepresidente del MAS de haber recibido dinero de un narco argentino. Luego el exministro Carlos Romero también aparecería para acusar al ministro Del Castillo de protección al narcotráfico. Por otro lado, salió a la luz el caso ‘coimas’ de la Administradora Boliviana de Caminos (ABC) y los denunciantes oficialistas lamentan que no haya avances significativos ni destitución de autoridades.

  1. Pelea por la jefatura de la bancada nacional del MAS

En noviembre, las agresiones verbales pasaron a los golpes entre legisladores de los dos bandos del oficialismo. Finalmente, la pugna por el directorio de la Cámara de Diputados y la jefatura de la bancada nacional del MAS terminó por profundizar la división. Discusiones, acusaciones, denuncias de corrupción y de usurpación de funciones marcaron esta etapa que algunos militantes calificaron de irreconciliable. Para el diputado Héctor Arce la única salida es que el diputado Andrés Flores, actual jefe de bancada nacional, dé un paso al costado y se elija un tercero que unifique a los bloques. Algunos parlamentarios se rehúsan a admitir como presidente de la Cámara de Diputados a Jerges Mercado quien fue posesionado en una sesión “ilegal”.

  1. Supuestos pactos para la Ley del Censo

Los ‘evistas’ acusaron a los renovadores de entablar supuestos pactos con la oposición para viabilizar la Ley de Aplicación de Resultados del Censo que mantuvo a Santa Cruz en paro durante 36 días. El Gobierno justificó la promulgación de la norma como una forma de pacificar el país y el ala ‘evista’ lo interpretó como alianzas con la derecha, ya que consideran que es un norma repetitiva e innecesaria. Sin embargo, semanas más tarde se vio en tono de reconciliación a los renovadores y radicales pactar por la aprobación de la Ley del Presupuesto General del Estado 2023. Pese a la detención del gobernador cruceño, los ataques entre bloques no cesan y se prevé una pugna más fuerte con expulsiones y otras medidas.

EVO INSISTE EN LA PRESENCIA DE LA DEA Y USAID EN EL PAÍS, HABLA HASTA DE SUPUESTOS ESPÍAS DEL GOBIERNO

El expresidente Evo Morales afirmó que tiene documentos que demostrarían la presencia de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) en territorio nacional. Aunque semanas atrás, el ministro Eduardo Del Castillo negó que la DEA esté operando en el país.

“Con el golpe de Estado vuelve Usaid, vuelve la DEA y sigue operando Usaid, hay documentos y de la DEA ni se imaginan. El mismo ministro dijo sobre Rojas o Dávila, ‘voy a pedir informe a la DEA’, sometido a la DEA”, afirmó el exmandatario. Agregó que habría cartas del canciller y del ministro de Salud dirigidas a Usaid.

También habló sobre la intención del Gobierno de implicar a los legisladores Leonardo Loza y Andrónico Rodríguez por unas llamadas que hicieron a comandantes de la Policía en 2019 para pedir que detengan las masacres. “Querían sacar que Andrónico habló 20 o 30 veces con algunos coroneles durante el golpe”, afirmó.

Al iniciar la evaluación al Gobierno, Morales planteó la posibilidad de que Luis Arce y David Choquehuanca envíen a personas para espiarlo.

“Seguramente la derecha ha mandado a sus agentes. Seguramente Lucho y David nos van a mandar espías también. ¿Cuántos espías estarán grabando? Que graben, debatimos la verdad”, dijo.

PROHIBICIÓN DEL AZUL
El diputado Héctor Arce lamentó que se esté transitando del color azul al rojo y que no se respete al MAS que llevó al poder Luis Arce y David Choquehuanca. Otros dirigentes corroboraron que en varios actos sacaron banderas azules y que incluso no se dejó participar a dirigentes.

CORRUPCIÓN
Sobre los casos de corrupción denunciados por el Gobierno, exigieron actuar y no ignorar las acusaciones, como ya se hizo con anterioridad con el exviceministro Wilder Quiroz y la ABC.


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