Cada día que pasa la crisis política y social en el Perú ahonda mucho más y los pobladores y seguidores de Pedro del Castillo decidieron cerrar el paso fronterizo del Desaguadero en demanda de una nueva Constitución, el cierre del Congreso y la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Por otro lado, 10 connacionales están varados cerca al Cusco y más de 1.700 camiones con carga boliviana, no pueden entrar ni salir de ese país.
«¡Si ni hay solución, la lucha continua!», son las arengas de los pobladores en la región fronteriza que después de un mitin y enarbolando la tricolor peruana, decidieron este jueves no ceder el paso a nadie y decretaron un paro indefinido.
«Esta lucha es justa y pedimos la renuncia de una nueva Constitución, el cierre del Congreso y la renuncia de la presidenta Dina Boluarte», dijo uno de los dirigentes en la plaza de armas del Desaguadero, en el lado peruano.
El comercio internacional quedó paralizado. La feria de todos los viernes fue suspendida y los comerciantes bolivianos están preocupados.
«No hay caso de hacer nada, estamos una semana aquí parados. Hasta el puerto de Matarani tenemos que llegar, estamos con carga», dijo Gregorio Ramos, transportista boliviano en declaraciones a la red Unitel.
De acuerdo al ejecutivo del Sindicato de Choferes Asalariados del Transporte Nacional e Internacional (Schatin), Pedro Quispe, indicó que tras conflictos en Perú, transportistas se encuentran nueve días varados en orillas del mar y temer ser víctimas de asaltos en la carretera.
«Tenemos gastos limitados, a Puerto de Matarani estamos en cinco días, a Puerto de Ilo cuatro días, ya ha pasado nueve días, ya no tienen para sus gastos, no hay alimentación, no hay servicio higiénico», complementó.
Gustavo Rivadeneira, representante de la Cámara de Transporte Pesado de la ciudad de El Alto, informó este miércoles que más 1.700 vehículos que transportan la carga boliviana se encuentran varados en carreteras de Perú.
Por otro lado, 10 turistas bolivianos, entre ellos dos menores de edad, están retenidos en la comunidad Checacupe, que está a dos horas de la ciudad peruana de Cusco, informó este jueves Aníbal Cabezas. El compatriota lleva cuatro días con otros turistas extranjeros varados y pidió ayuda a las autoridades diplomáticas de Bolivia.
«Estamos secuestrados, no podemos salir en vehículo, ni tampoco a pie. Tan difícil es para el Gobierno boliviano sacarnos de acá, esto es increíble, no puede ser posible, la gente acá está enardecida y nos dijeron que nosotros tenemos que apoyar en su lucha», declaró el turista boliviano a Urgente