Pekín reaccionó duramente al nuevo concepto estratégico de la Alianza, que la incorporó como una amenaza.
«China no es en absoluto el desafío sistémico que se imagina la OTAN. En realidad, es la OTAN la que constituye un verdadero desafío sistémico para la paz y la estabilidad mundiales», aseguró Zhao Lijian.
«La OTAN pretende ser una organización regional y de naturaleza defensiva. De hecho, no deja de ampliarse más allá de su límite regional y de sus competencias, de provocar guerras y de matar a civiles inocentes» agregó
«Las manos de la OTAN están manchadas de sangre de los pueblos del mundo» subrayó, aludiendo a las intervenciones de la Alianza en Afganistán, en Libia o el bombardeo de la embajada de China en Serbia, en 1999.
La Alianza Atlántica, en su documento titulado «concepto estratégico» y que no había sido revisado desde 2010, aseguró el miércoles durante su cumbre en Madrid que China representa un «desafío» para los «intereses» y la «seguridad» de los países de la OTAN.
Es la primera vez que este texto alude a China, que no era tradicionalmente competencia de la misión de la OTAN. Prueba de que existen crecientes preocupaciones ante China fue la asistencia a esta cumbre, por primera vez, de dirigentes de Japón, Corea del sur, Australia y Nueva Zelanda.