Se acabaron las cuarentenas para los extranjeros, un nuevo paso en la apertura total del país en este momento de la pandemia donde la estrategia de las autoridades es no dar ningún dato de contagios.
Del cero COVID a la apertura total. China ha desistido de controlar cada positivo y ha aceptado las demandas sociales que surgieron por diferentes ciudades de todo el país para que los confinamientos y las PCR obligatorias se acabaran.
La primera consecuencia, además de la libertad de movimientos, es cómo la infección respiratoria está afectando a gran parte de la sociedad. Y es en este punto de la estrategia donde también han decidido dejar de informar de los nuevos positivos, contagiados, hospitalizados e inclusos datos de fallecidos.
El presidente Xi no ha hablado públicamente sobre el cambio. Lo más cercano a un cambio en su lenguaje se produjo en declaraciones al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el 1 de diciembre, cuando Xi dijo que la variante Ómicron menos letal era ahora la cepa predominante de COVID en China. Los comentarios fueron citados por un funcionario de la Unión Europea, quien fue informado sobre la reunión y pidió no ser identificado.
Fin a las cuarentenas para extranjeros
Desde el 8 de enero, China ya no someterá a los viajeros entrantes a cuarentenas. Las personas que lleguen al país solo deberán obtener resultados negativos de una PCR dentro de las 48 horas posteriores a la salida, según un comunicado de la Comisión Nacional de Salud el lunes.
También se eliminarán los límites actuales sobre la cantidad de vuelos internacionales entre China y el resto del mundo y la capacidad de pasajeros, según el comunicado, una medida que también tenía hace meses Japón sobre el límite de turistas que podían llegar cada día.
China está en la ‘ola de salida’
Esta definición es la que la prensa estatal china ha dado al momento actual de la pandemia en el país. Con más contagios que nunca, aunque ya no se comuniquen, la cifra real de contagiados es alarmante. Según informó ayer la agencia china independiente Caixin, la expansión del virus en todo el país ha causado “un número incalculable de infecciones y muertes”.
El problema del país está en la inmunidad. No sólo la baja tasa de vacunación, sino que la población apenas se había contagiado, y las diferentes cepas están haciendo estragos en mayores y personas vulnerables. Según datos de Bloomberg, solamente dos de cada cinco mayores de 80 años están vacunados con las dosis de refuerzo, lo que está provocando un colapso en las UCI de todo el país, y que acaban con las morgues de los hospitales desbordadas.
Fin a los datos oficiales
Si durante meses los datos que facilitaba China eran de escasísimos contagios nuevos, apenas infectados, y casi ningún fallecido, desde el pasado martes, la Comisión Nacional de Salud dejó de contabilizar a los “infectados asintomáticos”, ya que considera que es “imposible conocer con exactitud” cuántos hay. Desde el 3 de diciembre el Gobierno afirma que no hay fallecidos por a enfermedad, aunque las morgues y las UCIs a rebosar indicarían lo contrario. Hasta ahora, China ha notificado 5.235 muertes de forma oficial.
Además, ya no se hacen pruebas PCR obligatorias; los tests de antígenos escasean, apenas hay en las farmacias, de la misma manera que escasean los medicamentos y productos para tratar las consecuencias de la infección, como paracetampol (Tylenol), ibuprofeno (Advil) y Paxlovid de Pfizer (los antivirales Naimatevir/Ritonavir), aunque el medicamento de Pfizer aún no ha llegado según médicos del Centro de Servicios de Salud Comunitario del Distrito de Chaoyang, (es el nuevo medicamento para tratar a las personas que están infectadas por la enfermedad y tienen mayor riesgo de padecer síntomas graves).
China impuso controles muy estrictos en las compras de medicamentos durante los últimos tres años por lo que las farmacias tenían solo una pequeña cantidad de los mismos. Cuando era el Gobierno el que contralaba la pandemia, los medicamentos los facilitaba también. Ahora ya no, no hay ya centros de cuarentena y cada ciudadano debe valerse por sí mismo.
La situación se agrava en las residencias de ancianos, donde los responsables de las mismas han pedido a los familiares de las personas ingresadas que busquen medicamentos para poder tratarles, ya que apenas les quedan.
Hasta la aplicación del rastreo ha dejado de funcionar, una app que rastreaba dónde había estado cada persona los últimos 14 días para conocer un posible contagio y aislar también a los contactos estrechos.
Los chinos vuelven a viajar
Según Qunar, la plataforma de viajes más utilizada en China, miles de ciudadanos estarían buscando viajes fuera del país, hacia Japón, Tailandia y Corea del Sur. La búsqueda de viajes se ha incrementando en los últimos días un 850%, y las operaciones con tarjetas de crédito han aumentado 10 veces a lo habitual.
Las acciones de empresas relacionadas con viajes y bienes de consumo subieron en Japón y Corea del Sur especialmente después de que China tomó medidas para poner fin a la cuarentena para los visitantes entrantes.