Chile celebró ayer jueves el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre las aguas del Silala y dijo que la sentencia es “sólida”, “fundamentada” y “categórica”, mientras que Bolivia reconoció que se trata de un “curso internacional” que fluye hacia el país vecino.
El máximo tribunal de Naciones Unidas subrayó ayer en su fallo que “no está llamada a tomar ninguna decisión” por el carácter del Silala, ya que las partes se pusieron de acuerdo en el juicio en que se trata de un cauce internacional, algo a lo que se oponía Bolivia en un principio.
Chile demandó a Bolivia en 2016, luego de que el entonces presidente Evo Morales le acusó de “robar” y “desviar” las aguas del Silala, que nace en el Potosí boliviano y desemboca en el Loa, el río más grande de Chile.
El caudal del Silala es relativamente pequeño, pero su ubicación en el árido desierto de Atacama lo convierte en un recurso hídrico clave para el desarrollo de Antofagasta, la región minera por excelencia del mayor productor de cobre del mundo.