Este martes se cumplieron cinco días de la toma que fue realizada por un grupo de personas de la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB). La presidenta de la APDHB, Amparo Carvajal, sigue firme y fuerte en las vigilias exigiendo poder retomar estas oficinas.
“Ya llevo 86 horas haciendo vigilia qué más puedo decir voy a permanecer aquí. Que me lleven a la cárcel, pero yo voy a estar hasta que pueda entrar a la casa”, dijo Carvajal la representante de Derechos Humanos, octogenaria.
El pasado viernes un grupo de 50 personas, que luego fueron identificados como una dirigencia paralela a la APDHB, tomó el control de las oficinas de esta sede en la avenida 6 de agosto incluso llegando a retirar a mujeres parte de la Asamblea que se encontraban adentro. Ellos consideran que las funciones de Carvajal habrían terminado.
Esto generó una ola de rechazo en varios sectores y Carvajal con un grupo de personas comenzaron una campaña para volver a retomar el control de esta sede donde el grupo paralelo está apostado desde adentro sin dejar que nadie ingrese.
“Traje la lleva para poder abrir, pero lo trancaron todo. A ver si quiere ayudarme a hundir (la puerta) la Policía, Fiscalía o el Gobierno porque es inaudito. Es mi derecho y obligación (poder entrar) soy la presidenta nacional. Ellos (en otro grupo) tienen donde dormir”, sostuvo Carvajal.
