Las denuncias sobre un presunto matrimonio de Toribio Porco Ticona en un pueblo alejado de Oruro, en los años 90, ya fueron hechas en anteriores ocasiones, sin embargo, el documento no se hizo público hasta ahora.
“Ese documento está fraguado, no he firmado nada en ningún Registro Civil. No me casé con nadie. Antes (2018) nos han mandado un papel (una fotocopia del registro manual), hemos tratado de investigar quién hizo, pero no se logró averiguar”, declaró el cardenal Toribio Porco Ticona a Página Siete en un contacto que fue breve, debido a su delicado estado de salud.
El documento del registro matrimonial, corroborado por este medio y denunciado por el prelado, data del 31 de diciembre de 1992. De acuerdo con los datos, la unión legal fue celebrada en la oficialía de la localidad de San Antonio de Condoriri, en la provincia Cercado del departamento de Oruro.
El documento contiene un número de libro, de partida y de folio. Todos comprobados. La firma coincide con la del cardenal. Como cónyuge figura una mujer, de quien se guarda su nombre en reserva.
Consultada sobre el documento, sostuvo que éste es falso y que hasta ahora desconocía de su existencia. Indicó que presentará la denuncia correspondiente para que se investigue cómo y quién o quiénes suplantaron su identidad, falsificaron su firma y realizaron este registro que data de hace tres décadas.
Activo pero con observaciones
El artículo 73 del Código de Familia señala que “el matrimonio se prueba con el certificado o testimonio de la partida matrimonial inscrita en el libro respectivo del registro civil”.
En este caso, si bien el estado del documento es “activo”, el sistema advierte que tiene observaciones, aunque no precisa cuáles. A simple vista llama la atención que no se haya registrado la cédula de identidad de ninguno de los cónyuges y que la celebración ante el oficial no tenga testigos identificados, sino sólo un par de firmas.
Ambas observaciones, que se pensaba se debían a la transcripción del libro físico al sistema digital, se repiten en un registro manual, documento que Porco recibió en 2018.
El artículo 56 del Código de Familia, vigente desde 1977, establece que para la celebración de un matrimonio los cónyuges deben presentar, de forma obligatoria, su cédula de identificación o algún documento equivalente para comprobar la identidad de los pretendientes.
El artículo 57 y 58 disponen que para la manifestación del matrimonio se debe contar con dos testigos. Éstos deben presentar su declaración jurada en la que se exprese que conocen a los pretendientes y les consta que no hay impedimento ni prohibición para el matrimonio.
Ninguno de los dos requisitos se cumple en el caso del acta matrimonial del cardenal. Entre otro de los aspectos curiosos está la fecha y hora, 31 de diciembre de 1992 a las 00:00.
Consultados sobre este tipo de observaciones, diferentes oficiales de Registro Civil sostuvieron que eran irregularidades comunes en los documentos antiguos, sobre todo en el área rural, donde muchas personas acudían —y aún lo hacen— para casarse o inscribir a sus hijos sin tener que presentar los requisitos. Se debe aclarar que la consulta se hizo de forma general y no así por este caso en particular.
Una “acusación” de hace años
Las acusaciones sobre el estado civil del cardenal no son recientes, afloran cada cierto tiempo desde 2011. Se hicieron más frecuentes cuando fue nombrado cardenal emérito (porque está jubilado) en 2018, pero hasta ahora no se habían presentado documentos o por lo menos eso se creía.
Ese año, Porco se convirtió en el tercer cardenal de Bolivia y el primero de origen indígena. Antes de ser religioso fue minero y una vez párroco, también fungió como alcalde.
Sirvió en Uncía, Llallagua, Coro Coro, Patacamaya y en las comunidades de migrantes bolivianos en Argentina, donde conoció al papa Francisco, cuando todavía era cardenal.
Las acusaciones señalan que Porco, mientras ejercía en Coro Coro y en el Obispado de Oruro, tenía una vida marital y un hijo, pese al voto de celibato. La denuncia que llegó a la Nunciatura salió en medio de la pugna entre quienes estaban a favor o en contra de su investidura.
En una carta enviada a la Agencia Católica de Informaciones, el cardenal explica que los “rumores” fueron difundidos en 2011 y terminaron como “simples calumnias (…). Personalmente me alegro que salgan en este momento, a fin de cerrar el caso de manera definitiva”.
Advirtió con realizar procesos judiciales por calumnia a quienes difundieran estos rumores.
No hubo investigación
Por su estado de salud, hace mucho que el cardenal ya no tiene una vida pública activa. El Parkinson diagnosticado hace cinco años hace que sus manos tiemblen y se le dificulte hablar.
Página Siete solicitó por días a la Conferencia Episcopal de Bolivia una entrevista con el purpurado o su representante legal, pero no hubo respuesta. Fue decisión personal recibir a la periodista de este medio para responder las consultas sobre el documento de matrimonio.
En la sala de un centro educativo de la iglesia, el cardenal indicó que en 2018 recibió un documento similar al cual este medio accedió. Como evidencia, mostró una fotocopia del registro hecho a mano.
Con ese documento reiteró que él no firmó el acta. Sin embargo, no pudo explicar el porqué, si entonces ya conocía de este hecho, no lo denunció.
“Hemos tratado de investigar quién hizo pero no se logró averiguar”, señaló algo cansado.
Como prueba también presentó una declaración jurada con el sello de la Nunciatura Apostólica en Bolivia. En ella niega las acusaciones sobre la relación marital y una paternidad. Y es que en consecuencia del acta matrimonial hay una certificado de nacimiento que está anulado.
“Estoy dispuesto, si fuera necesario, a hacer una prueba de ADN”, señala el documento.
Empero, después de ello el cardenal no fue convocado para una investigación, declaró en contacto con este periódico.
Sobre el cardenal
Nacimiento • Monseñor Toribio Porco Ticona nació en una localidad de Potosí el 25 de abril de 1937. Tiene 86 años.
Formación • Comenzó su formación a los 25 años. Estudió filosofía y teología en el seminario de la ciudad de Sucre y fue ordenado sacerdote en enero de 1967.
Bolivia • Ticona es el tercer cardenal de Bolivia, pero el segundo nacido en el país; el primero fue Julio Terrazas, quien falleció en 2015. El primero para Bolivia fue el obispo alemán naturalizado en Bolivia José Clemente Maurer.
Polémico • Otro de los aspectos que siempre tuvo en la mira al cardenal es su cercanía con el expresidente Evo Morales. En 2019, previo a los conflictos poselectorales, ratificó su amistad, pero dijo que no estaba de acuerdo con que solamente una persona gobierne. No obstante, en 2020 fue él personalmente a bendecir su casa.
Papa Francisco habló de repensar el celibato y el matrimonio
En marzo pasado, el papa Francisco se pronunció sobre la posibilidad de revisar la disciplina del celibato sacerdotal en la iglesia de Occidente, según citó la Agencia Católica de Información (ACI).
“No hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar. El celibato en la iglesia occidental es una prescripción temporal: no sé si se resuelve de un modo o de otro, pero es provisoria en este sentido”, dijo la autoridad religiosa en una entrevista dada a Infobae y citada por ACI.
La Enciclopedia Católica, define el celibato como “la renuncia al matrimonio, implícita o explícita, que hacen los que reciben el sacramento de las órdenes en cualquiera de los grados más altos para la más perfecta observancia de la castidad”.
Papa Francisco explicó que esta no es eterna como la ordenación sacerdotal, que sí es para siempre, “te guste o no”. En cambio el celibato, sostuvo, es una disciplina.
También señala que el carácter de esta renuncia es entendido de diferente forma en la Iglesia Latina y en la Oriental.
“Todos los de la Iglesia oriental están casados, o los que quieren. Ahí hacen una opción, antes de la ordenación, por casarse o por ser célibes”. “Acá en la Curia tenemos uno”, añadió.
Cuando el periodista de Infobae le preguntó al Papa si el celibato “podría ser revisado”, este respondió que “sí”.
No obstante, se mostró escéptico ante la posibilidad de que anular la obligación del celibato haga que aumenten las vocaciones de sacerdotes.
Ya en 2019, el Sínodo sobre la Amazonia aprobó la propuesta de ordenar como sacerdotes a hombres casados, en las zonas más aisladas de dicha región. Sin embargo, esta propuesta no fue tomada en cuenta en el documento final que fue presentado por Francisco en febrero de 2020.
En Bolivia el tema salió a flote tras la ola de denuncias de pederastia por la que atraviesan los sacerdotes de la Iglesia Católica en el país.