La prolongada sequía en el departamento de Santa no solamente provocó una disminución superior al 60 por ciento de la producción de soya en la campaña agrícola de invierno 2022, sino que obliga a retrasar la siembra la campaña de verano 2022/2023.
Aunque la falta de lluvias afecta a todo el país, en Santa Cruz desató la preocupación del sector agrícola dedicado a la producción de soya, el grano más exportado a nivel nacional, pues los productores deberán alterar su periodo de siembra.
Según el presidente del Grupo Norte Asociación de Productores Soyeros, Eliazer Arellano, la sequía ya dejó una severa afectación económica en la campaña de invierno, puesto que los rendimientos bajaron de un promedio de 3 toneladas por hectárea a 1,2 y 1 tonelada por hectárea; en algunos casos, la producción sólo llegó a los 800 kilogramos por hectárea.
Cuando los productores buscan recuperarse de las pérdidas, la falta de lluvias nuevamente genera inconvenientes. Arellano dijo que los agricultores de la zona norte, que cultivan 250 mil hectáreas, están retrasando su siembra hasta que sus campos cuenten con humedad.
Según el dirigente, esta demora puede desatar problemas en la época de cosecha, puesto que tanto la zona norte como la zona este de Santa Cruz sembrarán de modo simultáneo, por lo que se prevé un posible desabastecimiento de maquinaria agrícola que se emplea en la cosecha.
Arellano destacó el elevado precio de la soya a lo largo de la gestión 2022, pero lamentó que los bajos rendimientos a consecuencia de la sequía imposibilitaran la recuperación del sector.
Preocupación en Tarija
El presidente de la Comisión de Medioambiente del Concejo Municipal de Tarija, Fernando Castellanos, informó que la provincia Cercado atraviesa “la sequía más prolongada de los últimos 50 años”.
Según El País, la autoridad basó sus declaraciones en un estudio realizado por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) en las estaciones climatológicas de Yesera Sud, Aeropuerto y San Andrés.
El Senamahi prevé para estos días lluvias dispersas en La Paz, parte de Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca, esto en razón a que el país atraviesa una transición de la época seca a húmeda.