Un cocalero resultó herido el lunes en La Paz al lanzar un explosivo en medio de choques en la capital boliviana entre cultivadores de hoja de coca y policías, en una disputa iniciada la semana pasada por el control de la comercialización de la planta.
Un video grabado por un transeúnte muestra que el cocalero intentó lanzar un fulminante de dinamita a los uniformados, pero el explosivo le hizo volar una mano y la onda expansiva provocó que sus vísceras quedaran expuestas.
El hombre estuvo tendido en el suelo varios minutos, bajo una persistente llovizna, hasta que bomberos lo trasladaron a un hospital, constató un fotógrafo de la AFP.
Los incidentes callejeros comenzaron el 1 de agosto, cuando cientos de integrantes de la Asociación de Productores de la Coca (Adepcoca) y opositores al gobierno del presidente izquierdista Luis Arce marcharon para exigir el cierre de un mercado paralelo de venta de la planta, al que acusan de ser ilegal y de tener apoyo oficialista.
Alrededor del 90% del negocio de la hoja de coca legal de Bolivia, con un valor de unos 173 millones de dólares al año, pasa por el mercado de Adepcoca, según cifras de la ONU.
La disputa entre los dos grupos de cultivadores de coca —uno leal al gobierno, el otro opositor— se centra en quién debe controlar la comercialización.
Enfrentamientos
Los enfrentamientos de este lunes comenzaron cuando varios centenares de cocaleros de Adepcoca marcharon hacia el nuevo mercado para intentar cerrarlo.
Pero el lugar estaba protegido por policías antimotines que impidieron el paso.
Los cocaleros empezaron entonces a lanzar petardos, fulminantes de dinamita y piedras, algunos usando hondas, resorteras y hasta unas bazucas caseras.
Los uniformados respondieron con gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Un campesino no identificado mostró a periodistas una herida en la cabeza, acusando a la policía de dispararle con balines.
El gobierno de Arce había llamado temprano a un diálogo con los dos bandos, pero sin éxito.
El líder de Adepcoca, Freddy Machicado, aseguró que «no hay nada que discutir» y señaló las protestas continuarán hasta que las oficinas del nuevo mercado dejen de funcionar.
Entre septiembre y octubre de 2021, un conflicto similar dejó 38 civiles y 29 policías heridos, así como casi 70 personas detenidas, según un informe de la estatal Defensoría del Pueblo.