La producción de hidrocarburos del vecino país experimenta una caída dramática
Durante las gestiones de Evo Morales (Movimiento al Socialismo), Jeanine Añez (conservadora) y Luis Arce (MAS), Bolivia tomó la determinación de acelerar la explotación de campos sin reponer reservas mediante la exploración de los stocks con la misma velocidad.
Sin gas, el gobierno de La Paz se quedó con muy pocos dólares y eso derivó en una crisis económica y financiera. Se llegó al punto de que los bolivianos ya no consiguen la divisa estadounidense en los mercados formales. Tanto populistas como derechistas se enamoraron de un modelo insostenible que creaba riqueza y multiplicaba la clase media de manera casi mágica. Pero ahora la “fiesta” se acabó y este elemento vital para la transición energética escasea de una manera inédita en el altiplano.
El actual Jefe de Estado aseguró que impulsa más de una decena de proyectos de exploración, aunque admitió que los resultados tardarán años en verse materializados.
La Fundación Jubileo, basándose en datos oficiales de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), confirmó que se está extrayendo apenas la tercera o cuarta parte de metros cúbicos que se conseguían antes de la pandemia. La declinación es cada vez más acentuada y por ello ya no se pueden cumplir los contratos establecidos, por ejemplo, con la Argentina. La economía del vecino país depende claramente de la energía que se exporta a través de los gasoductos para poder financiarse.
Bolivia se quedó sin dólares
Desde hace varios meses, la petrolera estatal de Bolivia le debe grandes sumas de dinero a las compañías privadas por el gas que exportan a la Argentina. YPFB no paga el suministro que las petroleras privadas producen: Repsol, Pan American Energy y Tecpetrol son las más afectadas. La deuda superaría ya los 150 millones de dólares.
Debido a estos inconvenientes, Enarsa y la Secretaría de Energía de Argentina le propusieron a la petrolera estatal boliviana volver a comprar gas directamente a los productores sin su “parasitaria” intermediación. La Casa Rosada busca asegurarse la entrega de al menos 8 MMm3/día de gas para el invierno inminente. El año pasado, el compromiso era de 14 MMm3/día pero las cifras vienen descendiendo mes tras mes.
Al mismo tiempo, el gas boliviano que se exporta a Brasil se abona sin problemas ya que Petrobras les paga directamente a las petroleras privadas sin la intermediación de la ineficiente empresa estatal boliviana.
Las autoridades de Argentina le ofrecen a sus pares de YPFB retornar al esquema que rigió hasta 2018, para que los particulares se entiendan entre sí. Sin embargo, el presidente de la compañía, Armin Dorgathen aseguró que sería ilegal hacerlo, debido a que el gas es de los bolivianos y no de las operadoras privadas.