El gobierno boliviano consideró injerencista la propuesta del presidente de Brasil de dar asilo político a la exmandataria de facto.
Jair Bolsonaro dijo el domingo que haría «lo que fuera posible» para que Jeanine Áñez vaya a Brasil «si el gobierno de Bolivia acepta» y que la exmandataria (2019-2020) está «presa injustamente«.
Áñez, que se define como presa política, agradeció a Bolsonaro en Twitter desde el penal de La Paz donde se encuentra recluida, pero aseveró que «no se fue ni se irá del país».
La condena a Jeanine Áñez
La justicia de Bolivia considera que Jeanine Áñez, de derecha, alcanzó la Presidencia de forma inconstitucional en noviembre de 2019 tras la renuncia del izquierdista Morales (2006-2019) luego de que las Fuerzas Armadas se sumaran a las protestas por un supuesto fraude electoral denunciado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
La condena contra la expresidenta de facto fue rechazada por la oposición, Estados Unidos y la Unión Europea.
Por su parte, un relator de la ONU sobre la independencia judicial aseguró que Áñez, juzgada por la vía ordinaria, tiene «derecho a un juicio de responsabilidades» ante el Congreso «al margen de cómo surgió su mandato».
Brasil fue de los primeros países en reconocer el gobierno de facto, a lo que se sumaron Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia, entre otros.
Jeanine Áñez fue detenida en marzo de 2021 y condenada el 10 de mayo. También es señalada por «genocidio» -que conlleva penas de cárcel de entre 10 y 20 años- a raíz de la denuncia de familiares de víctimas de la represión de noviembre de 2019.