El Gobierno tenía proyectado sumar el año pasado unos $us 450 millones a las reservas internacionales netas del país, de acuerdo con el Programa Fiscal Financiero de esa gestión.
El monto total (oro, divisas y derechos especiales de giro) descendió así de $us 4.752 millones a 3.796 millones, registrando una disminución de $us 956 millones en estos recursos que son necesarios para el pago de importaciones y deuda externa, como respaldo de la moneda nacional y como garantía de los créditos internacionales que busca obtener el Estado boliviano.
El Gobierno tenía proyectado sumar en 2022 unos $us 450 millones a las reservas del país, de acuerdo con el Programa Fiscal Financiero de esa gestión.
Al 4 de enero de este año, el 65,9% de las RIN están en oro, el 19,5% en divisas, el 13,7% en derechos especiales de giro (DEG) y el 0,9% en recursos de posición con el Fondo Monetario Internacional.
Según analistas, pese al contexto externo favorable y al mayor ingreso de divisas a través de las exportaciones, las reservas no pueden subir debido al pago de la deuda externa, a la fuerte presión que significa la mayor compra de combustibles en el mercado internacional, a las restricciones que impiden una mayor expansión del comercio exterior nacional y a la economía informal.