Uno de los momentos más emocionantes de tener peludos en casa es abrir la puerta y encontrarnos con ellos después de un largo día. Nos buscan juego, quieren mimarnos y que los mimemos. No importan nuestras creencias o apariencia física, no nos juzgarán, siempre nos verán como sus mejores amigos.
Sin embargo, más allá de brindarles compañía y un hogar, ellos no son los únicos que encuentran bienestar en nuestro cuidado. Nosotros como responsables también recibimos beneficios por tenerlos cerca. Por eso, a continuación y con el apoyo de Sebastián Agudelo, psicólogo de la Universidad Luis Amigó, te contamos cinco de esas bondades de tener un perro, un gato o alguna otra mascota:
La importancia de las mascotas en las familias
En una serie de excavaciones arqueológicas en Siberia fueron encontrados restos de huesos de perros enterrados 8.000 años atrás en tumbas junto a seres humanos. En algún momento de la prehistoria, los entonces lobos domesticados, con los que compartíamos asuntos prácticos de caza y defensa, pasaron a ser compañeros de vida y corazón hasta la muerte.
Hoy, milenios después, cientos de personas celebran aquella casualidad interespecie. Gracias a ella nos acompañan las narices mojadas, las colas alegres, los gestos de juego y el cariño sin condiciones de perros, gatos y demás animales domésticos que se han convertido en parte fundamental de la cotidianidad de las familias del presente.
Beneficios de tener mascotas
Evitan la sensación de soledad y depresión
Contar con una mascota en el hogar contribuye a que nos sintamos más seguros de nosotros mismos y protegidos. Además, ayuda a aliviar la depresión por sentimientos de soledad, ya que su compañía estimula la comunicación y el contacto físico. Ellos no hablan, pero seguramente nos hacen sentir su presencia.
Pueden incrementar la vida social
Tener mascota puede implicar que debamos salir a pasear con ellos, especialmente si tenemos perros, por lo que en ocasiones nos encontramos con otros dueños o personas que salen a caminar y que quieran apreciar a tu mascota.
Ese momento puede ser el inicio de una nueva amistad. O, si tienes un peludo más casero, como un gato, también puedes encontrar amistades por medio del uso de las redes sociales teniendo contactos con grupos de interés.
Nos ayudan a ser más responsables
Tener una mascota a cargo implica planeación. Debemos estar pendientes de sus horarios de alimentación, de juego, de su aseo, de los momentos del día para ir al baño, toma de medicamentos si lo necesitan, etc. Por supuesto, también debemos cumplir con nuestros deberes. Por eso, integrar sus rutinas exitosamente a nuestras vidas nos ayudará a ser más organizados y responsables.
Nos hacen más felices
Cuando compartimos un rato de juego con ellos, experimentamos un aumento de oxitocina, estimulamos la producción de serotonina y de dopamina, al tiempo que disminuimos los niveles cortisol, ¿esto que produce en nosotros? Una reducción en el estrés. Así que, su felicidad se convierte en la nuestra.
Nos ayudan a liberar estrés
No importa si tuvimos un día difícil en el trabajo, el estudio o por alguna otra circunstancia. Al verlos a ellos y la emoción que comparten, nos ayudan a canalizar esas cargas negativas, a hacer una pausa que nos sacará una sonrisa y que, sin duda, nos llenará de energía positiva para afrontar las dificultades de otra manera.