Artritis: qué es, síntomas, tratamiento y diagnóstico

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La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones. Los principales síntomas de la artritis son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide.

¿QUÉ ES LA ARTRITIS?

La artritis es una enfermedad en la que se inflama la membrana sinovial de las articulaciones, limitando el movimiento. Como produce más líquido del habitual, puede llegar a darse una erosión del hueso en los casos más graves o cuando se vuelve crónica, como sucede en la artrosis.

¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA ARTRITIS?

Para entender la causa de la artritis hay que saber a qué tipo nos enfrentamos:

  • Artritis reumatoide. Es la más frecuente y su origen es autoinmune.
  • Osteoartritis. Se debe al envejecimiento o a lesiones que han afectado el estado de las articulaciones afectadas.
  • Artritis infecciosa o séptica. La originan virus, bacterias, hongos o parásitos. Puesto que su origen es una infección, puede aparecer pus en la articulación.
  • Artritis psoriásica. Un tercio de las personas que padecen psoriasis sufren también esta patología articular con carácter crónico.
  • Artritis microcristalina, como el caso de la gota. Al depositarse cristales de ácido úrico en las articulaciones, estas se inflaman de forma intermitente. Es importante tratarla cuanto antes para evitar que se vuelva crónica.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA ARTRITIS?

El principal síntoma de la artritis es el dolor articular, que no remite y se prolonga en el tiempo. Pero si se produce además alguna de estas otras molestias es imprescindible consultar al reumatólogo:

  • Rigidez, sobre todo por la mañana y en momentos de reposo. Puede estar acompañada de hinchazón, dolor, calor o enrojecimiento.
  • Hinchazón en los dedos. La artritis reumatoide suele manifestarse antes en las articulaciones más pequeñas, siendo muy llamativa en las manos.
  • Molestias indeterminadas. El cansancio, la fiebre injustificada, la sequedad en boca y garganta, incluso generando ronquera, y la sensación de hormigueo en las extremidades pueden ser sintomáticas de artritis.

DIAGNÓSTICO DE LA ARTRITIS

En el caso de la artritis reumatoide, un análisis de sangre puede detectar niveles elevados de proteína C reactiva u otras partículas, indicando que hay una inflamación aunque esta no sea visible. Este diagnóstico precoz es fundamental para evitar lesiones irreversibles.

¿HAY TRATAMIENTO PARA LA ARTRITIS?

Aunque la artritis reumatoide sea una enfermedad crónica, hay diversas líneas de tratamiento para los síntomas.

  • Los antirreumáticos frenan la enfermedad, reduciendo y ralentizando el daño articular. En caso de que no haya mejora, se puede acudir a la terapia biológica, que bloquea las sustancias que generan la inflamación.
  • Pueden utilizarse férulas de descanso que corrigen la postura y evitan las deformidades.
  • Los antiinflamatorios no esteroideos o los analgésicos se usan para reducir el dolor y la inflamación.
  • En caso necesario, pueden realizarse infiltraciones, inyecciones de corticoides, procurando evitar abusos, ya que como aclara la Sociedad Española de Reumatología, pueden producirse efectos secundarios. También puede utilizarse ácido hialurónico, aunque si este sale de la articulación puede empeorar el dolor.
  • Otras terapias complementarias, como la estimulación eléctrica, intervienen sobre el dolor y la rigidez.
  • Solo los casos más graves requieren cirugía.

¿CÓMO PREVENIR LA ARTRITIS?

Determinados alimentos mitigan el impacto de la artritis reumatoide en las articulaciones, según la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular.

  • El pescado azul, que aporta Omega 3, o los aceites de semillas vegetales, ricos en Omega 6, ayudan a disminuir la inflamación.
  • También es fundamental reforzar los huesos con una dieta rica en calcio, presente en los lácteos, y colágeno, que podemos obtener de postres de gelatina entre otros alimentos.

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