Adultos, jóvenes, adolescentes y niños llegaron al Museo de San Ignacio de Mojos que abrió sus puertas desde las 18.00 y habilitó todos sus espacios hasta la medianoche.
En medio de una importante presencia del público, la tradicional Noche de Museos cumplió el domingo su sexta versión en el municipio de San Ignacio de Mojos, Beni.
Adultos, jóvenes, adolescentes y niños llegaron al Museo de San Ignacio de Mojos que abrió sus puertas desde las 18.00 y habilitó todos sus espacios hasta la medianoche.
“Es un retorno especial, ya que reanudamos esta actividad tras dos años ausencia por la pandemia. Ahora estamos con esta nueva versión de Noche de Museos que inició hace varios años”, explicó Juan Francisco Limaica, responsable del Museo de Mojos.
El espacio cultural está compuesto por 14 salas y divido en cuatro temáticas: El Mojos natural, el Mojos prehispánico, el Mojos jesuítico y la actualidad cultural.
“Destaca el Mojos jesuítico porque se muestra el templo misional y las artes en todas sus dimensiones: la pintura, música, el tallado, la policromía. Ahí se puede reflejar el sentir mojeño”, explicó.
Asimismo, el museo alberga el Archivo de Música Misional que concentra una colección de música manuscrita que se generó en esta región mojeña, “producto de la llegada de los jesuitas y el uso de la música como un elemento de catequización.
“El archivo musical está compuesto por más de 7.000 partituras de música guardadas y dividida en tres colecciones: Trinidad, San Ignacio de Mojos y TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure)”, dijo.
Según Limaica, al menos 1.000 personas recorrieron los pasillos de las distintas salas del espacio cultural que reunió a la población alrededor de un evento que abre el ciclo de actividades de cara a la fiesta patronal en honor a San Ignacio de Loyola.
“Se muestra como una antesala a la Ichapekene Piesta, la fiesta patronal que reúne al pueblo”, puntualizó.
Para la ocasión, un grupo de al menos 22 estudiantes de los últimos grados de secundaria de la unidad educativa Gilfredo Cortez recibieron una capacitación previa de 20 días para realizar la labor de edecanes y guías en las distintas salas de exposición.
“Ser guía es un trabajo que exige mucho conocimiento y preparación, ya que se debe conocer todo un abanico histórico, político, económico y social para brindar la información correcta a los visitantes”, dijo.
Con esta velada se culminó una serie de actividades culturales que iniciaron el pasado viernes con un ciclo de conferencias en la sala de la parroquia de San Ignacio de Mojos.
“El ignaciano viene y se nutre de conocimiento, sobre el tema de cultura e identidad. El ser mojeño es venir al museo y reconocer su identidad propia, sentirse orgulloso de su pasado”, concluyó.
