La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) a través de su presidente, Fidel Flores afirmó que la superficie de soya –de unas 1,1 millones de hectáreas– se estancó, debido a que este sector priorizó mejorar los rendimientos y productividad en lugar de ampliar la frontera agrícola, mientras que el 70% del maíz que se consume en Bolivia es transgénico e ingresó de contrabando.
“Ahora yo le comento un dato especial; la producción de maíz, el 70% ya ha ingresado por vía del contrabando ya está acá, y se está produciendo maíz transgénico (…). No necesita perderse, vaya al sur, ahí se está producido principalmente por pequeños productores que les ha ayudado a mejorar su rendimiento, su productividad y sus bajos costos”, afirmó a este medio
El líder de Anapo no quiso evaluar el rol de la Aduana, ni del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) en el control del maíz que ingresa al país, sin embargo aseguró que “Cada día ingresan camiones cargados de maíz transgénico de contrabando. ¿A dónde llega?, llega a Sucre, a La Paz, a Cochabamba, a Santa Cruz, se distribuye a todo lado, ese maíz está presente hace mucho tiempo, lo estamos consumiendo”.
La Ley de la Madre Tierra, y la de Revolución Productiva Comunitaria, prohíbe expresamente los cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM), de los cuales Bolivia es el centro de origen o de diversidad.
“El maíz que producimos acá es transgénico, ese maíz estamos consumiendo, ese maíz no cubre la demanda nacional, entra de contrabando, no es de extrañarnos (…). Vaya y saque una foto en La Ramada, en la Doble Vía la Guardia, haga análisis de ese maíz, es maíz tecnológico”, aseveró desde las instalaciones de la Exposoya 2023, recientemente realizada en el municipio de Cuatro Cañadas.
El 2022, Anapo denunció que al menos 50 camiones de alto tonelaje ingresaron granos de maíz transgénicos a los silos de la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), extremo que el Gobierno desmintió.
“Nosotros ya hemos trabajado con el Viceministerio de Lucha contra el Contrabando, ya hemos trabajado, hemos proporcionado los kits para identificar (el maíz transgénico), hemos retenido, hemos identificado, pero de ahí para adelante le toca tomar acciones a nuestras autoridades”, señaló.
Ante este contexto dijo que lo más lógico sería que el Gobierno autorice el uso de biotecnología, para según su posición, mejorar la producción agrícola, la petición surgió luego de que se hallaron más de 50 camiones de alto tonelaje con maíz transgénico.
“De una vez transparentemos el uso de estos materiales para su producción, comercialización y consumo porque todos nuestros vecinos están produciendo con esa tecnología. No podemos ser pues indiferentes a la tecnología, no podemos decir nos quedamos con esto”, subrayó.
Soya estancada
En cuanto a la soya dijo que hace cinco años, la superficie quedó estancada, porque este sector está concentrado en mejorar los niveles de productividad, ante que en la ampliación de la frontera agrícola.
“Si bien vemos las estadísticas, hace más de cinco años que la superficie de siembra se ha quedado estancada, precisamente porque no se generan todavía las condiciones adecuadas para poder crecer en volumen (…). Nosotros queremos crecer primero en volumen, en producción, antes que crecer en áreas, en superficie”, afirmó.
En ese marco dijo que este sector insistirá al Comité de Bioseguridad, en la liberación de eventos genéticamente modificados para la soya y el maíz.
