Analistas: El MAS busca desgastar la representatividad política cruceña

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El paro del Comité Cívico pro Santa Cruz se considera un escenario de pulsetas político entre el gobierno del presidente Luis Arce y el pueblo con las fuerzas desgastadas por defender el censo 2023, pero lo que se busca es el desgaste de la imagen y representatividad política del oriente.

El politólogo Carlos Cordero sostiene que “aquí se están viendo las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, el eje de la dinámica política se ha trasladado de La Paz a Santa Cruz”.

Para Cordero, Santa Cruz no está paralizada por el censo. Fuera del pacto fiscal, la reasignación de escaños, “el mayor costo político lo sufrirá la dirigencia cruceña, llevar adelante sus determinaciones le costará a Camacho la invisibilización política”, manifestó.

Explicó que el Gobierno pudo haber ganado con más del 50 por ciento, pero ahora conserva en el mejor de los casos el 40 por ciento, la paradoja es que Evo Morales “solito tiene 25 por ciento de la población y 40 más 25 ocupan el 65 por ciento, pero la oposición tiene un 35 por ciento absolutamente fragmentado”, sostuvo Cordero.

Lo paradójico para Cordero es que “el MAS tiene 65 por ciento y dos candidaturas, y cuidado que en 2025 las dos candidaturas generen la segunda vuelta con las dos partes del mismo partido, en un escenario donde la desgastada oposición ni se les acerque”.

El politólogo Diego Ayo aseguró que “lo que tenemos es un Gobierno al que sólo le falta matar, ya los ha dejado sin gasolina, ya los ha dejado con sus empresas orgullo de Santa Cruz casi tomadas, ya los ha dejado con una guardia que ocupa la ciudad… son condiciones brutalmente despiadadas”.

Ayo acotó que “estamos viendo es ese deterioro absoluto de la democracia gradual que ha llegado a lo que estamos viviendo ahora. El censo ha sido sólo una excusa para poder aplastar al enemigo… ya hemos pasado por todas las fases de deterioro de la democracia”.

Según la socióloga María Teresa Zegada, el censo, además de dar una radiografía del estado de Bolivia con evidencias que no quisieran ser tocadas por algunos sectores, tiene tres aspectos de trasfondo: el territorial, con la evidencia del crecimiento de Santa Cruz y vaciamiento de otros lugares; el trasfondo de tipo económico, que podría ser instrumento de un diálogo de “un pacto fiscal”, y la herencia de 2019.

“Los enfrentamientos de 2019 dejaron la necesidad de saldar cuentas de las propias autoridades: De ese conflicto surgió Camacho y devinieron las autoridades que están ahora. Camacho ha demostrado que su liderazgo es regional, no está construyendo un liderazgo proactivo hacia el futuro para el país, sería deseable que surjan otros liderazgos para el país”, aseveró.

Según Zegada, no hay un acuerdo táctico entre el Gobierno y el Comité pro Santa Cruz, “están en una pulseta donde pierde el pueblo, los empresarios, la democracia, y los políticos de Santa Cruz”.

Ayo: Vivimos un combate totalmente inequitativo

El politólogo Diego Ayo dijo que “hemos cambiado de una geografía hegemónica occidental rural (La Paz) a una geografía oriental urbana cruceña, es un cambio geográfico enorme. Por eso es el temor de Luis Arce y Evo Morales: prefieren retrasar la visibilización de los datos hasta 2030”, explicó.

“Estamos viviendo ahora un combate totalmente inequitativo todas las condiciones objetivas están a favor del Gobierno, pero todo lo subjetivo está a favor de Santa Cruz, el diálogo debía ser lo que nos neutralice, por supuesto que no hay nada de diálogo y cualquier diálogo es simplemente engaño”.

El politólogo terminó diciendo que aplazar el diálogo es una estrategia táctica, y aunque hoy pierda Santa Cruz, sería una derrota coyuntural porque la verdadera ganancia es el surgimiento de un país transformadoPolicías en motocicletas intervienen el enfrentamiento entre sectores en La Guardia. | EFE


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