Amparo Carvajal sigue sin moverse de la terraza de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb). De hecho, con la de ayer, la activista adulta mayor ha pasado ya siete noches en dicho espacio.
Y hay preocupación por su salud. Si bien observan que anímicamente estaría en óptimas condiciones, la mujer no utilizaría el sanitario por más de una semana.
El 11 de este mes, Carvajal, provista de una escalera, desafió la gravedad y subió a la terraza de la entidad que ella preside. Lo hizo ante la mirada atenta de los curiosos y de sus seguidores. Esa fue su reacción tras más de 40 días de vigilia y de entender que, según su percepción, la Apdhb habría sido “tomada” por otro directorio.
El abogado Jorge Valda, mismo que durante un corto tiempo representó legalmente a la familia del exinterventor Colodro, abogó por la octogenaria y consideró que ella sería “víctima de tortura”.
“Alerta, Bolivia. A los defensores de derechos humanos en Bolivia y el mundo. Amparo Carvajal, presidenta de la Apdhb, está siendo torturada, discriminada, sometida y víctima de crímenes de odio”, comenzó diciendo el jurista, en un video.
“Está ofrendando su vida para demostrar que Bolivia es una dictadura”, añadió.
En junio pasado, el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) denunció ante organizaciones internacionales la supuesta toma de las oficinas de la entidad en La Paz.
Poco después, Carvajal emprendió una vigilia interrumpida. El expresidente y líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, fue uno de los personajes políticos que abogó por ella. Solicitó que los organismos internacionales la protejan.