Como la historia de William Shakespeare «Romeo y Julieta», una mujer identificada como María del Carmen Vargas se quitó la vida en una localidad de la provincia Santiago, en República Dominicana, al envenenarse sobre la tumba de su difunto esposo.
Su difundo esposo, Mayimbe Vargas, había fallecido el año anterior, y fue un golpe muy duro para la mujer. Sin embargo, fuentes cercanas a ella aseguraron que jamás imaginaron que podría darse este triste desenlace.
«Mi hija se veía muy alegre. Ese dolor lo llevaba en su corazón y ni cuenta nos dimos, ella nunca nos dio indicios de atentar contra su vida», contó su madre Mery Carminela Turbí.
María del Carmen era, según su progenitora, una mujer alegre y llena de vida a sus 30 años. La conclusión a la que llega tras lo sucedido es que «ella nunca pudo superar esa muerte, su forma de mostrar dolor era muy diferente»; confesó con tristeza.
Su hija salió de su casa en República Dominicana, como cualquier otro día; sin dar síntomas de malestar ni pistas de los planes que tenía entre manos.
Trágica decisión de una mujer en República Dominicana
«A las 6:00 de la tarde me llamaron que mi hija estaba en el cementerio junto a la tumba de su esposo con fotos de su boda llorando desconsoladamente. Luego de eso ingirió una sustancia tóxica, llamaron al 911 y se la llevaron a un hospital en República Dominicana»; informó la mamá.
Cabe destacar que, aunque la mujer estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte, el veneno que tomó, según apuntaron los médicos, era muy fuerte y de los que mataba poco a poco. Moría tres días después.
Igualmente, aseguraron que María del Carmen y su pareja se llevaban de maravilla, como indica su madre. No tenían hijos biológicos; pero dejan a una niña de 12 años de la que se encargaron desde que ella tenía tres meses.