Varios estudios relacionan la ingesta de ultraprocesados con enfermedades cardíacas, cáncer de intestino y mayor riesgo de mortalidad
La dieta que seguimos es uno de los factores más determinantes a la hora de apuntalar nuestra salud. Esto es una realidad tan conocida popularmente como avalada científicamente. Y, a pesar de ello, la tendencia actual va en contra de todo ello, ya que cada vez se toman menos alimentos reales y más productos ultraprocesados, lo que pone en riesgo nuestra salud, tal y como acaban de evidenciar dos nuevas investigaciones publicadas en el último número de la prestigiosa revista British Medical Journal (BMJ).
En concreto, dos grandes estudios encuentran vínculos entre el alto consumo de alimentos ultraprocesados y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer de intestino (colorrectal) y muerte. Los hallazgos agregan evidencia adicional en apoyo de las políticas que limitan los alimentos ultraprocesados y, en cambio, promueven el consumo de alimentos sin procesar o mínimamente procesados para mejorar la salud pública en todo el mundo. También refuerzan la oportunidad de reformular las pautas dietéticas, prestando más atención al grado de procesamiento de los alimentos junto con recomendaciones basadas en nutrientes.
Estudios previos han relacionado los alimentos ultraprocesados con mayores riesgos de obesidad, presión arterial alta, colesterol y algunos tipos de cáncer, pero pocos trabajos han evaluado la asociación entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y el riesgo de cáncer colorrectal. Pues bien, ahora se acaba de confirmar que los hombres que consumen altas cantidades de alimentos ultraprocesados se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon que los que no lo hacen, según el estudio impulsado por la Universidad de Tufts y publicado en BMJ.
Los alimentos ultraprocesados habitualmente están elaborados a base de sustancias como grasa, almidones o azúcares añadidos y contienen aditivos como colorantes o sabores artificiales, al igual que las carnes procesadas, como las salchichas o el bacon, así como los alimentos procesados y ultracongelados y la comida rápida, que también entra en esta categoría.
Frente a este peligroso poder de los alimentos ultraprocesados en el colon, los investigadores encontraron que el consumo de alimentos como el yogur puede «contrarrestar el efecto dañino» de otro tipo de comidas ultraprocesadas en el caso de las mujeres, tal y como asegura Fang Zhang, epimedióloga de la Escuela Friedman de Ciencias y Política de Nutrición, donde se realizó el estudio.
«Mucha de la dependencia en este tipo de comidas se debe a factores como el acceso a los alimentos y la conveniencia» para los consumidores, explica Zhang, quien insiste en que «los productos que han sido alterados tienen un mayor periodo de conservación que los que no. Debemos hacer que los consumidores sean conscientes de los riesgos asociados con consumir alimentos poco sanos en grandes cantidades y hacer que las opciones más sanas sean más fáciles de elegir».
Ante estas evidencias ahora resulta más importante, si cabe, apostar por la dieta mediterránea, basada en productos frescos, de proximidad y de temporada, ya que el consumo de al menos cuatro raciones de ultraprocesados al día se asocia con un aumento del 62% en el riesgo de mortalidad, tal y como demostraron investigadores españoles en 2019.