Alerta en la Antártida: revelan video del iceberg del tamaño de Londres que podría acabar con la fauna

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El A81 se desprendió luego después que se originó una gran grieta en el hielo, llamada Chasm-1, que se extendió por toda la plataforma de hielo

Un equipo de científicos del British Antarctic Survey (BAS) publicó las primeras imágenes aéreas del enorme iceberg A81, un pedazo de hielo del tamaño de la Gran Londres, misma que se desprendió de la plataforma de Brunt en la Antártida a finales de enero. El grupo que partió de la estación de investigación BAS Halley fue testigo desde el aire del inicio del viaje del iceberg hacia el Mar de Weddell. 

En las imágenes se muestra la dinámica del iceberg rodeado de icebergs más pequeños que también se desprendieron de la plataforma continental.

El A81 se desprendió luego después que se originó una gran grieta en el hielo, llamada Chasm-1, que se extendió por toda la plataforma de hielo. Este gran hielo flota a unos 150 km de su origen.

La plataforma de hielo Brunt actualmente es de las más vigiladas del planeta y alberga la estación de investigación Halley del BAS. El desprendimiento es un proceso natural que se da a lo largo de la costa antártica y el A81 es el segundo iceberg importante de la región en los dos últimos años.

De acuerdo con el glaciólogo Dr. Oliver Marsh, el BAS lleva más de una década vigilando la plataforma de hielo Brunt y han utilizado instrumentos GPS de alta precisión, así como datos de satélite, para vigilar el ensanchamiento del hielo.

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Observatorio europeo confirma deshielo récord del casquete polar antártico

El casquete polar en la Antártida se redujo a niveles récord en febrero por segundo año consecutivo, como viene sucediendo desde hace una década, informó este martes el observatorio europeo del clima Copernicus.

El área helada del océano que rodea el continente antártico tenía una superficie de 2,09 millones de kilómetros cuadrados el 16 de febrero, el nivel más bajo desde que empezó a ser medida en 1978, informó Copernicus a la AFP.

Otro indicador importante, la «extensión de hielo diaria» en el Antártico, «también llegó a un mínimo histórico, superando el récord previo de febrero de 2022», informó el servicio de monitoreo.

El Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés) estadounidense ya había alertado el mes pasado de esta reducción de la masa helada, pero dio una superficie menor, 1,79 millones de km2.

El servicio Copernicus atribuyó esta divergencia de datos a «diferentes algoritmos» de medición de la zona.

La extensión de hielo sobre el océano en el Polo Sur se achica y se repone cíclicamente cada año, con las variaciones de cada estación, pero la reducción detectada por los servicios de vigilancia europeos y estadounidense se ha intensificado.

La reducción de ese casquete no supone un incremento del nivel del mar, porque es agua salada que simplemente estaba helada.

Pero al descongelarse, esa barrera deja al descubierto la gran masa continental helada, que sufre en consecuencia los embates del océano. Ese hielo es de agua dulce, y si llegara a descongelarse, sí podría producir una catástrofe.

El hielo marino ejerce por otra parte un importante papel, el denominado efecto albedo, de rebote de los rayos solares. Al fundirse, es reemplazado por la masa oscura del océano, que absorbe más luz, lo que contribuye al cambio climático.


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