En las fiestas de fin de año, los integrantes de las intendencias municipales de La Paz y El Alto deben redoblar sus esfuerzos para pelear contra dos enemigos comunes que precisamente en estas fechas se hacen gigantes. En tiendas comerciales, en licorerías y hasta en discotecas, los funcionarios municipales están en la tarea de verificar que las bebidas alcohólicas comercializadas son las permitidas por ley, porque cada vez hallan productos de contrabando o los que son elaborados de manera artesanal y son envasados en botellas de marca.
“Bolivia es un país que está lleno de contrabando”, lamenta el intendente municipal de La Paz, Christian Oporto, quien recibe reportes frecuentes de su equipo del decomiso de productos importados ilegalmente y que se comercializan principalmente durante la noche paceña. Pero no es el único enemigo para la salud de quienes consumen bebidas alcohólicas baratas.
En La Paz, la zona que concentra gran parte del comercio de bebidas adulteradas y sin registro sanitario es Max Paredes, especialmente en las calles Buenos Aires, Entre Ríos, Eduardo Abaroa y Ayata. En El Alto, los epicentros de la distribución de estos productos son La Ceja, Villa Dolores e incluso por sectores aledaños a 16 de Julio. También se puede encontrar fácilmente estas bebidas en centros nocturnos o discotecas que optan por vender dentro de sus instalaciones estas bebidas para “aminorar costos.”
El intendente Oporto comenta en entrevista con Urgente.bo el modus operandi que está en auge esta temporada: “Como Intendencia Municipal, lo que hemos detectado en algunos de estos lugares clandestinos, especialmente Max Paredes, son ollas con latas de alcohol. Las personas queman este alcohol y lo mezclan con alguna gaseosa ordinaria y barata, también con algunos granos que hacen hervir, ese líquido lo envasan nuevamente en botellas que ya habían sido consumidas, especialmente de marcas conocidas.”
En un informe presentado el 14 de diciembre, José Luis Coaquira, intendente Municipal de El Alto, dio a conocer que: “Personas inescrupulosas re envasan las bebidas, (los dueños de locales clandestinos) compran de un distribuidor original y no las desechan (las botellas) las mantienen en sus locales y las guardan hasta tener una determinada cantidad… Al estar vacías ellos ya generan el re envasado de las bebidas.”
En los operativos realizados durante esta gestión, el intendente de La Paz comenta: “Hay una tendencia en algunas bebidas específicas con las que adulteran, en este caso el Fernet, el Ron, el Jägermeister, esos tres productos están ingresando con mucha fuerza. También la cerveza que está llegando de Argentina que está totalmente de contrabando, nosotros encontramos esto mucho en los mercados, en tiendas de barrio, discotecas y licorerías.”
Esa combinación peligrosa del alcohol quemado es lo que se comercializa como té con té, una bebida popular que ahora es comercializada en locales nocturnos, pero con una composición peligrosa.
En los puestos comerciales y centros de diversión nocturna de El Alto, se destacan los “combos”, con precios por debajo de los Bs.30. A los jóvenes, los vendedores supuestamente les venden Ron Abuelo con alguna gaseosa, cuando en realidad se trata de alcohol mezclado con alguna cola.
El pasado viernes y sábado se decomisaron un total de 147 bebidas alcohólicas adulteradas que no poseían registro sanitario; además, se suspendió cuatro licorerías por atender fuera del horario permitido en La Paz. Estos productos suelen tener las siguientes características: precios muy bajos en comparación a los que se venden en distribuidoras o importadoras establecidas y alteración en la presentación, como tapas mal enroscadas o etiquetas pegadas de manera dudosa.
Cerca de tres veces al año la Intendencia Municipal, junto a la Secretaría Municipal de Medio Ambiente, un notario de fe pública y otros funcionarios de La Paz, proceden al deshecho de las bebidas incautadas y guardadas en almacenes.
A pesar de la clausura y la emisión de actas de intervención a estos locales muchos abren nuevamente y continúan con sus funciones con normalidad, el intendente alteño aclara ante esta situación: “Hay que tener en cuenta que, al ser actividades clandestinas los propietarios no se apersonan a nuestras oficinas para generarle las multas, porque no tienen ningún documento que acredite su legal funcionamiento.”
“Nosotros, como Intendencia Municipal, esperamos que estos números bajen, que la gente tenga conciencia, tanto el vendedor como el consumidor… Pero sabemos que eso no va a pasar. Bolivia es un país que está lleno de contrabando”, lamenta el intendente municipal de La Paz, Christian Oporto. Esta lucha lleva más de una década en nuestro país y, a pesar de las medidas tomadas por las autoridades, estas bebidas siguen afectando la salud de los ciudadanos.
QUÉ HACER PARA PREVENIR
Para verificar la autenticidad de las bebidas alcohólicas, las autoridades recomiendan:
- “Primero, se debe verificar si esa bebida ha ingresado legalmente al país.” Para esto se debe fijar en la autenticidad del timbre de importación, este debe estar firmemente pegado a la bebida, contar con el escudo de Bolivia y tener un código alfanumérico que destaque a simple vista. El timbre no debe estar oculto, arruinado, rasgado, manchado o afectado de cualquier manera que evite la correcta visualización de su código.
- “También tiene un código QR, cualquier persona puede hacer el escaneo correspondiente e identificar que tenga los datos del proveedor que lo está importando.”
- “Verificar la fecha de vencimiento”, sin embargo en este punto recalca que la gente ha empezado a falsificar el tema de las etiquetas de las bebidas.
- “(Verificar) El número de registro sanitario que son doce dígitos”, para esto la población puede acceder a la página o descargar la aplicación del SENASAG, ingresar los doce números y corroborar que realmente esos dígitos del registro sanitario correspondan a la bebida importada que se están por comprar.
- “También se pueden ver partículas suspendidas dentro de la botella”, esta es una clara señal de que la bebida no es de procedencia confiable.