Extremistas islámicos liberaron a supuestos miembros del grupo que sostiene un levantamiento al nordeste del país.
Al menos 600 presos escaparon en una fuga carcelaria en la capital de Nigeria, según dijeron el miércoles las autoridades, que atribuyeron el ataque a rebeldes extremistas islámicos.
Unos 300 fueron recapturados, según las autoridades.
Rebeldes “muy decididos” atacaron la prisión de máxima seguridad en Abuya este martes por la noche con “explosivos de mucha potencia”, indicó Shuaib Belgore, secretario permanente del Ministerio del Interior. Un guardia que estaba de servicio murió.
Se oyeron explosiones y disparos en torno a las 22:00 en la zona de Kuje, en Abuya, cuando los agresores se abrieron paso en el penal a través de un agujero abierto con explosivos.
Los extremistas islámicos que atacaron el recinto libran una insurgencia en el nordeste del país desde hace más de una década. Su asalto al centro de detención liberó a muchos presos del grupo, según responsables penitenciarios.
“Entendemos que son Boko Haram. Vinieron específicamente por sus coconspiradores”, dijo Belgore. “Ahora mismo hemos recapturado a unos 300 de los aproximadamente 600 que escaparon de la cárcel”.
Los rebeldes yihadistas nigerianos habían protagonizado varias fugas en penales del nordeste del país en los últimos años, pero esta era la primera en la capital de Nigeria.
Naciones Unidas estima que la insurgencia extremista nigeriana que libran Boko Haram y una escisión conocida como Estado Islámico en la Provincia Centroafricana ha dejado más de 35 mil muertos y más de dos millones de desplazados. La prolongada inestabilidad, el hambre y la falta de servicios de salud provocados por la insurgencia han causado de forma indirecta otras 300 mil muertes, según la ONU.
La violencia de los extremistas es el principal desafío de seguridad en Nigeria, el país más poblado de áfrica, con 206 millones de personas. El país también sufre violencia en el noroeste por ganaderos rebeldes y un movimiento separatista en el sur.