Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 2022 en Bolivia, el 80% de las personas trabajaba en la informalidad. El 87% de estas personas son mujeres.
Según el Decreto Supremo 4928, promulgado por el presidente, Luis Arce Catacora, el Salario Mínimo Nacional en los sectores público y privado sube en 5%, de 2.250 a 2.362 bolivianos, mientras que el haber básico sube 3%.
Para el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, esta medida no soluciona el problema de la informalidad o mala calidad del empleo en Bolivia.
Para poner en contexto, el profesional recordó que según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la región se han perdido más de 49 millones de fuentes de trabajo por la pandemia del Covid-19. En Bolivia se ha estimado un aproximado de más de un millón de empleos debido al mismo fenómeno.
“La tasa de desocupación en el 2020 ascendió cerca al 9% en la región y en nuestro país superó el 11%. La OIT también informó que el 2022, en Bolivia, el 80% de las personas trabajaba en la informalidad. El 87% de estas personas son mujeres”, detalló, en base a datos oficiales.
En ese sentido, Romero considera que el incremento salarial beneficia “a muy pocos”.
Similar opinión vertió la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y la Cámara Nacional de Industria (CNI), que coincidieron en que el incremento salarial de 5% al salario mínimo y 3% al haber básico provocará la inflación de la economía, mayor inestabilidad laboral y despidos de los trabajadores.
El nuevo presidente de la CNC, Jaime Ascarrunz, recordó que solo el 15% de los trabajadores son asalariados y el 85% se encuentra en el ámbito informal, por lo que este incremento salarial se traducirá en la subida de precios en los diferentes productos.
Desigualdad
En febrero del 2023, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Población Económicamente Activa (PEA) de Bolivia alcanza los 6.741.642 personas, de las cuales un 3,44% están desocupadas. El 32% de esta PEA se encuentra en el área rural, mientras que el 68% está en el área urbana, siendo el 53% hombres y el 47% mujeres. En el área urbana, la tasa de desempleo es del 2,25% para los hombres y del 2,82% para las mujeres.
Estas cifras revelan una desigualdad laboral en Bolivia, especialmente en lo que respecta al género. La informalidad laboral afecta principalmente a las mujeres, quienes son más propensas a trabajar en empleos precarios y mal remunerados. Además, las mujeres también enfrentan mayores tasas de desempleo en comparación con los hombres.
Incremento superior a la inflación
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija advierte que en los últimos años la suba salarial ha superado el índice de inflación, lo que responde más a un tema político, que a una medida en base a los datos económicos del país.
“Según la ciencia económica, solo se debe subir el salario nominal en la misma proporción que la inflación para mantener el poder adquisitivo del mismo, es decir, en nuestro caso, con un 3,12% era suficiente”, explicó.
En el período de 2010 a 2023, solo en el año 2010 el incremento al Salario Mínimo Nacional (5%) estuvo por debajo de la inflación acumulada del país (7,18). Sin embargo, en el resto de las gestiones, incluida la del 2023, los aumentos estuvieron siempre por encima de la inflación.
“Esta medida laboral más está en función de la política que de la economía, a pesar de que estamos con un déficit fiscal sostenido desde el 2014, donde los elevados gastos corrientes son el pan de cada día. Este año se tiene presupuestado más de 47 mil millones de bolivianos en pago de sueldos y salarios, que subirá más dado el incremento”, recalcó.