A siete años del 21F, expertos ven que fue determinante para la caída de Evo

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Este martes 21 de febrero se conmemora siete años de la victoria del referéndum del 21F que le dijo No a la nueva repostulación de Evo Morales. Esta decisión del pueblo fue desconocida, robada por el poder de turno y se constituyó en “un golpe a la democracia y un proceso fraudulento”, que dio inicio a la debacle del presidente y dirigente cocalero, afirmaron algunos analistas. También señalaron que los responsables de esta situación tarde o temprano deberán rendir cuentas ante la justicia.

“La negación de los resultados del 21 F fue un golpe a la democracia, pero, al mismo tiempo, ha sido un fraude porque han engañado al pueblo boliviano negándole la fuerza vinculante que tenía su voto y el resultado del referéndum de 2016”, señalo el abogado constitucionalista Carlos Alberto Goitia Caballero.

Agregó que Morales dio “un golpe a la Constitución y que al desconocer el 21F se ha convertido en un gobierno que se alejó de la Carta Magna, y que lo paradójico es que se ha generado un manto de impunidad hasta el día de hoy”.

Punto de quiebre

De acuerdo con los analistas, el referendo de 2016 fue el punto de quiebre. Morales perdió la consulta ciudadana con la que pretendía postularse como candidato para un cuarto periodo en la presidencia.

La opción del No a un cuarto mandato presidencial ganó con el 51,3% de los votos frente a un 48,7% que obtuvo el sí.

En ese entonces, Morales dijo que, “gane el Sí o gane el No, vamos a respetar, esa es la democracia”.

Cuestionaron que el mandatario dejara tantas veces en el camino su declamado código de honor: ama sua, ama llulla, ama quella (no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojo).

“Mintió sobre el respeto al resultado, se robó toda una elección, que expresaba la voluntad del pueblo”, sostuvieron.

Burlas a la Constitución

Morales llegó a la presidencia en 2006 por un período sin reelección. Sin embargo, en febrero de 2009 consiguió que se promulgara una nueva Constitución, que incluía una cláusula de reelección inmediata por un segundo período.

Pero una disposición transitoria en el nuevo texto constitucional especificaba que el período anterior —bajo la previa Constitución— se tomaría en cuenta. De esa manera, fue reelecto en diciembre de 2009 para cumplir un último mandato.

No obstante, en 2013 se postuló por tercera vez y fue habilitado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). La justificación fue que anteriormente había sido presidente de “otro” Estado, y es que la nueva Constitución consagra el Estado Plurinacional Boliviano.

“Este es un primer fraude, pero lo peor de tipo constitucional”, indicó el economista y exdirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Lucio Gonzáles Alanes.

Añadió que, al concluir el primer año de su tercer gobierno, se abrió un proceso de reforma del artículo 168 de la Constitución, el cual limita la reelección. Con este se incluyó la realización de un referéndum, el 21 de febrero de 2016, que perdió.

Morales desconoció la voluntad popular y a través de sus bases buscó otros mecanismos para habilitarse.  “Acudió nuevamente al Tribunal Constitucional que dio entrada oficial a una demanda del gobernante MAS por la inconstitucionalidad de cuatro artículos de la Constitución, incluyendo el que se invocó para llevar a cabo el referéndum. Ello con el argumento de que limitar la reelección es violatorio del artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en lo relativo a los derechos a elegir y ser elegido”, señaló el abogado constitucionalista José Luis Santistevan.

En ese contexto, Morales celebró que “una de las vías constitucionales planteadas por movimientos sociales” fue reconocida y lo habilitó para un cuarto mandato.

Delitos

El constitucionalista Santistevan dijo que los magistrados que dieron luz verde a la habilitación de Morales para otro periodo incurrieron en una serie de delitos.

Entre ellos se contempla la vulneración del artículo 110 de la Constitución Política del Estado, los artículos 153, 173, 198 del Código Penal y también de la Ley 004, entre otros.

 “Han burlado el 21F, que es vinculante para todo el Estado, para dar lugar a la estrategia que buscaron fraguarse García Linera (Álvaro) y Evo Morales, que instrumentalizan a unos serviles magistrados del Tribunal Constitucional para que días antes de que dejen sus funciones emitan una sentencia tan grosera como la que dijo que la reelección indefinida era un derecho humano. A eso se sumó un servil Tribunal Supremo Electoral que, desconociendo la Constitución y el 21F, habilitó a Evo Morales para el año 2019 y a eso se sumó la inactividad de los órganos de justicia, la Fiscalía General, porque debió procesar a todos aquellos que se burlaron del 21F, de la voluntad del pueblo”, aseguró Goitia.

Agregó que “son claramente conductas delictivas que quedaron en la impunidad, pero no ajenas a la reacción del pueblo”. “Los delitos no prescriben, lo que han hecho es incorporar en la Constitución Política del Estado que estos tipos de delitos no prescriben, más adelante se podrán activar procesos, cuando la justicia no esté en manos del MAS”, señaló.

Como corolario de la derrota en el 21F de 2016, el partido gobernante para asegurar su triunfo en 2019, aparte de promover las acciones ante el TCP, promovió la Ley 1096 de Organizaciones Políticas en 2018, que contempla las elecciones primarias.

“Morales apelando a las elecciones primarias de candidaturas utilizó al TSE, al margen de la aplicación del artículo 410 de la CPE, y se hizo habilitar como candidato en forma inconstitucional”, señaló Santistevan.

Detalló que en las elecciones, a horas del inicio del conteo oficial, con observadores incluidos, cuando se configuraba una segunda vuelta entre los candidatos Morales y Carlos Mesa, se suspendió la Transmisión de Resultados Rápidos TREP para evitar la segunda vuelta.

Algunos organismos internacionales informaron sobre las irregularidades. Se descubrió otro servidor que funcionó alternamente al servidor oficial del TSE.

La OEA declaró que hubo manipulación “dolosa” e “irregularidades graves”, que imposibilitaron validar los resultados electorales.

Ante la movilización de miles de ciudadanos, Morales, el domingo 10 de noviembre de 2019, anuló las elecciones, destituyó a los vocales del TSE y convocó a nuevas elecciones anunciando un nuevo TSE. Pero luego Morales y García renunciaron.

“Todo esto aconteció producto de intentar burlar nuevamente a la ciudadanía, que dijo no a un dictador, autócrata, que buscó eternizarse en el poder”, sostuvo Santistevan.

El referendo y declive de Morales 

Algunos analistas señalaron que otros hechos llevaron al “declive” de la presidencia de Evo Morales fueron los escándalos de corrupción durante su gobierno y el “culto a la personalidad”. Construyó un museo en su nombre que costó más de 7 millones de dólares y edificó un nuevo palacio de gobierno, La Casa Grande del Pueblo, un ostentoso edificio de 36 millones de dólares. El Gobierno dijo era un “símbolo fundamental del proceso de cambio”.

 


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