Ninguna ley controla que los organizadores de recitales cumplan lo que ofrecen. El caso Nodal terminó con imputados. Productores dicen que pagan por pecadores.
Al menos 4.500 personas en Bolivia aún no han recuperado el dinero que pagaron por cinco conciertos diferentes que se cancelaron en lo que va del año. En dos casos, los organizadores están detenidos. El país no tiene una norma específica para eventos masivos.
De esas más de 4.500 personas que esperan una enmienda, 306 presentaron una queja por escrito al Viceministerio de Defensa al Consumidor. Ante la ausencia de norma específica para conciertos, estos casos se investigan por los delitos de publicidad engañosa, asociación delictuosa y estafa.
Shows cancelados y arrestos
Según registros del Viceministerio de Defensa al Consumidor, hay dos denuncias en Tarija. Una es contra Gru productions, que en febrero promocionó un recital del grupo argentino Jambao que no se realizó. La otra contra los productores Nilo Cardozo, Javier Díaz y Dennys Ancasi que organizaron un recital fallido del argentino Rodrigo Tapari.
En La Paz hubo tres cancelaciones sin devolución de entradas: el Festival chaqueño, organizado por Gino Brandon Lazarte, que debía realizarse en mayo; el Illimani Fest, de la empresa Squad Productions, anunciado para el mismo mes; y el suspendido recital del mexicano Christian Nodal, que fue organizado por Dream Productions, de Emilio Santos Velázquez.
Por los dos últimos casos hay acusados de estafa múltiple. Paola Chávez, organizadora del Illimani Fest, que incumplió con la presentación del dúo reggaetonero Rakim y Ken-Y, fue aprehendida el miércoles. Mientras que el representante de Dream Productions guarda un mes de reclusión tras la cancelación del concierto de Nodal, el domingo, que había vendido unas 3.000 entradas.
“No hay un registro de las empresas que ofrecen servicios de entretenimiento, no hay una asociación de productoras”, señala a Página Siete el viceministro de Defensa al Consumidor, Jorge Silva, en respuesta a por qué no se detiene el accionar de estas personas, ya que algunas son reincidentes.
“Algunas se inventan nombres y no están inscritas como empresas formales. El número de NIT que presentan tiene como representante a una persona particular o directamente no tienen personalidad jurídica, ni están registradas”, advierte la autoridad.
Sin leyes para conciertos
Si bien existe una Ley de Defensa de los Derechos del Usuario y Usuaria, ninguna normativa específica regula los conciertos y espectáculos masivos, y menos las sanciones cuando los organizadores no cumplen aquello que ofrecen en afiches, spots y redes sociales.
El viceministro Silva asegura que las dificultades para controlar estas actividades son demasiadas, empezando porque su oficina apenas cuenta con 16 personas para trabajar.
Cuando esta cartera realiza un operativo, suele apoyarse en personal de la Policía y Guardia Municipal. Pero aún con ese apoyo, no puede estar en todas partes para controlar el cumplimiento de lo prometido.
Los 16 funcionarios deben sortearse las tareas de control en farmacias, restaurantes o conciertos en todo el país. Humanamente es imposible un despliegue total, reconoce la autoridad.
“Antes, este viceministerio no tenía protagonismo. Con el trabajo que hacemos, esperamos mejoras”, dice Silva. Cada mes atienden un promedio de mil casos repartidos entre el eje central y El Alto. Además de espectáculos y conciertos, controlan otros rubros.
“Justos pagan por pecadores”
Las suspensiones de conciertos dejan un mal sabor de boca en el público y también en los organizadores de conciertos. “Justos pagan por pecadores”, asegura Juan Carlos Nemtala, pionero en la producción de conciertos de artistas internacionales en Bolivia.
“Hace 40 años estoy en esto y no me ha fallado nunca, ni uno de los artistas, desde Menudo, cuyo concierto se hizo en el estadio Hernando Siles (en 1983), hasta el que estoy organizando con Plácido Domingo en octubre de este año”, asegura.
¿Qué garantía tienen los usuarios de que un productor cumplirá? Nemtala responde que, en su caso, la garantía está en sus cuatro décadas organizando eventos exitosos.
“Puedes entrar a la página web de Placido Domingo y ahí está su gira mundial, tiene solamente tres shows en América Latina. Y está nuestro show anunciado, inclusive sale la opción de compra de entradas en SuperTicket”, explica.
Voluntad sin dirección
“Yo atribuyo estas situaciones a la falta de experiencia. En otros países existen carreras de managment, de organización de eventos, pero acá es prueba y error. Lo que hacen es probar, ven que un amigo produce un evento y le va bien, entonces se animan y sí sale mal, llegamos a estos resultados”, asegura Martín Alcázar, periodista que cubre espectáculos hace 12 años.
Apunta a la falta de estudios de mercado, el poco interés del público e informalidad de algunos organizadores como parte del problema. “Los conciertos de rock funcionan en esta ciudad. Cuando llegó Scorpions hubo buenas ventas, pero el mercado es algo que los productores deben ver antes que nada”, indica.
Él mira el vaso medio lleno. “Los conciertos de Wisin y Yandel, Sebástian Yatra y Morat van a demostrar que los malos conciertos son lunares”, augura. Tener una ley que regule estas actividades aún es algo lejano y se mantiene en etapa de intenciones. De momento sí está garantizado que los fans de un artista pagarán por verlo en vivo en un escenario local.
Las entradas para ver a Christian Nodal costaron más de 7.000 bolivianos en el área VIP y hubo quienes pagaron. Esa es una prueba del dinero que gira en la industria musical que no es poco y se marca con muchos ceros.
Mala reputación
ASFI • Independientemente de si un concierto se realiza o no, los impuestos que cobra ASFI no serán devueltos.
Denuncias Oddeco y ATT también pueden ser un conducto para presentar quejas por estafa en espectáculos.
Estafas El capítulo cuatro del Código Penal en su artículo 335 establece que las estafas tendrán sanciones hasta cinco años de cárcel .
Publicidad engañosa “Está prohibida, así como toda información u omisión sobre la naturaleza, características, calidad, cantidad, seguridad, desempeño, precio o garantía de productos o servicios”.
El concierto de Nodal nació muerto para público paceño
El 19 de junio, el músico mexicano Christian Nodal tenía que cantar en La Paz. El recital se canceló y era algo que el viceministro Jorge Silva sospechaba por las denuncias recibidas: “Ya teníamos señales de que algo raro estaba pasando”.
El empresario de Dreams Productions fue arrestado tras ser buscando en dos hoteles diferentes de la zona Sur. Luego de la reunión con representantes de Superticket, Silva dijo: “Nos indican que se vendieron 3.971 entradas y, sin embargo, fueron emitidos 4.271 boletos, de los cuales 294 fueron por intercambios comerciales”.
La recaudación, precisa la autoridad, fue de 1.052.900 bolivianos. “No tendrían más que 1.400 bolivianos en caja para la devolución”.
Si se logra revertir el pago a Impuestos, el 15,5 % de lo que se le pagó al artista previamente y el dinero destinado a viáticos se lograría conseguir entre 284 mil o 300 mil bolivianos, lo cual no es ni el 30% de lo recaudado.
El manejo contable en el complejo deportivo de Achumani, donde debía realizarse el concierto, también está en la mira. “Lo que nos señalan es que se hubiera acordado primero 20.000 dólares por el alquiler, pero una vez que el organizador mete el equipo de sonido y los materiales para armar el escenario cierran con llave y no les permiten el ingreso faltando 48 horas para el evento. Les indican de que no son 20.000 dólares, sino 40.000 dólares”, indica Silva.
En el contrato de Nodal hay especificaciones de que el escenario esté listo 24 horas antes del evento; de lo contrario se suspende. Otro pago salió a la luz. “También nos mencionan que se habría entregado 50.000 dólares al artista como anticipo, aunque no ha desarrollado el evento”, cuenta Silva.
El representante de la productora, debido a esta danza de números y errores, está en la cárcel mientras, que unas 3.000 personas esperan la devolución de su dinero.
Conciertos exitosos y productoras que cumplen
A pesar de los últimos traspies, hay conciertos que se realizan con éxito en La Paz. En abril, por ejemplo, la presentación de la banda de rock mexicana Molotov dejó buen sabor de boca al no existir problemas en ventas, ni denuncias por incumplimiento.
Para este domingo se espera el concierto del dúo puertorriqueño Wisin & Yandel. Se realizará en el estadio Hernando Siles lo que, según los organizadores, permitirá un gran despliegue ténico.
Según la página de empresa Clicket.bo., encargada de las ventas, hubo una “preventa exitosa” con más de 15 mil entradas ya adquiridas. Algo que deriva de lo ocurrido en Santa Cruz, donde empresarios y público se fueron felices.
En los siguientes meses se espera la presentación de Sebastián Yatra. El colombiano actuará el 16 de agosto en La Paz y el 17 en Santa Cruz.
Para octubre se anuncia el recital de Placido Domingo en Santa Cruz y se espera también la reprogración del concierto de Chayane, suspendido en 2020 por la pandemia.
El grupo de folk-pop colombiano Morat estará en Bolivia en diciembre. Las entradas ya se vendieron en área VIP.