Mientras que los humanos lloramos a mares cuando recibimos una mala noticia, los perros lloran de felicidad por cosas tan simples como vernos llegar.
De seguro hemos visto cientos de vídeos virales en los que se refleja esta clase de comportamiento. Perros encantados de volver a ver a sus dueños después de un largo tiempo. O perros que se preparan para saltarles encima y demostrar cuánto los aman y extrañan. Pero alguna vez nos hemos preguntado ¿por qué los perros son tan sentimentales?
Quizás no, pero igualmente aquí tenemos la respuesta. De acuerdo con una nueva investigación de la Universidad de Hokkaido en Japón, la oxitocina es la culpable de que los ojos de nuestras mascotas se llenen de lágrimas.
Al notar esto, Kikusui comenzó a investigar el caso. Reclutó alrededor de 20 perros y, acompañado por su equipo de investigación, se dedicó a experimentar bajo qué criterios un perro podía llorar.
En principio, planteó varios escenarios: cuando los propietarios se quedaban a jugar con él, cuando los dueños salían y regresaban cada siete horas y, finalmente, cuando dejaban al perro con extraños. Sin embargo, para su sorpresa, el mayor volumen de lágrimas solo apareció cuando los cachorros se reunieron con sus dueños después de varias horas solos o con extraños.
Para los investigadores esto todavía es algo insólito, pues significa que los perros pueden llorar, literalmente, de felicidad. Pero, si nos paramos a pensarlo por un momento, tiene todo el sentido del mundo.
Muchos estudios han demostrado que los perros producen oxitocina. La oxitocina es la hormona del amor y del instinto maternal, y se activa durante momentos emotivos como el embarazo o durante un abrazo. Por lo general, aumenta la sensibilidad de la persona (o perro en este caso), pero también puede llegar al punto de producir lágrimas.
Así que, si los perros producen mucha oxitocina al vernos, de seguro terminarán llorando.
Pero no todos los perros lloran de felicidad aunque puedan hacerlo
Durante el estudio, los investigadores de Hokkaido realizaron una segunda prueba para probar su hipótesis sobre la oxitocina. Esta consistía en aplicar un placebo con esta hormona a los perros, como gotas para los ojos.
Cuando los cachorros recibieron oxitocina, produjeron más lágrimas (artificiales por supuesto). Pero al ver las fotos tomadas con sus dueños anteriormente, el equipo se dio cuenta que muchos perros no habían llorado al ver a sus dueños, solo una vez que ellos forzaron la oxitocina.
Aquellos con más lágrimas fueron calificados más positivamente en promedio, y los humanos informaron querer tocarlos o cuidarlos más. Lo que quiere decir que, probablemente, solo los perros con un fuerte vínculo con sus dueños lloran de felicidad al verlos.
Sin embargo, es difícil saber qué está pasando realmente por la cabeza de un perro. Así que no deberíamos tomar de manera literal este comportamiento canino como un sinónimo de afecto.
Puede que haya perros que se expresen moviendo como locos la cola, y otros que lloren de felicidad.
Los dueños de perros no necesitan que les digamos cuánto los aman sus mascotas. Pero este tipo de investigación quizás pueda ayudar a mejorar su relación, ya sea pasando más tiempo juntos o intentando entender su lenguaje corporal.