La región donde toman más Coca-Cola en el mundo está en México, ¿sabes cuál es?

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En algunas partes de este estado la Coca-Cola es considerada una bebida sagrada y se ofrece a los santos.

Según datos de la Universidad de Yale, México es el mayor consumidor de refrescos a nivel mundial, con un promedio de 163 litros por persona al año. Según la organización El Poder del Consumidor, los productos de Coca-Cola representan más del 70% del consumo nacional de bebidas azucaradas embotelladas. Pero es específicamente un estado del país donde más se toma Coca-Cola en todo el mundo.

Según reveló un estudio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt)Chiapas es la región de México, de América y del mundo entero que consume más Coca-Cola. Esto a pesar de que recientemente la refresquera anunció que aumentaría el precio de sus bebidas a partir de este 17 de agosto.

Se calculó que cada residente del estado toma en promedio 821.25 litros de este refresco al año. La media es de 160 litros per capita en el resto de la República. Esto significa que ahí cada persona bebe 661.25 litros más que otros mexicanos. La cifra resulta también cinco veces superior al resto de México, y 32 veces más que el promedio mundial.

“Las tienen en su mesa, en una fiesta o ceremonia. Las bebidas azucaradas, en los últimos años, ocupan un lugar protagónico en la vida de las y los mexicanos. Algunas de sus consecuencias destacan que se eleve el riesgo de contraer enfermedades como diabetes tipo 2, sobrepeso y obesidad”, detalla el reporte.

“Es el epicentro de la epidemia de consumo de refrescos”, dijo el doctor Marcos Arana, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán a BBC Mundo.

¿Por qué beben tanta Coca-Cola en Chiapas?

Arana señaló que los refrescos son parte de la vida cotidiana en el estado, especialmente en la región de Los Altos de Chiapas, donde predomina la población indígena y rural y Coca-Cola tiene una planta embotelladora en el municipio de San Cristóbal de las Casas.

Asegura que los habitantes de la zona suelen desayunar café y llevarse “dos o tres litros de Coca-Cola” al campo para tomar en la comida. Sumado a esto, el consumo comienza desde muy temprana edad.

“Al 3% de niños menores de seis meses, sus madres les dan Coca-Cola, en un momento que solo deben tomar leche materna”, apuntó Arana en sus conclusiones sobre la investigación del CONACYT, en la que participó en 2016. Este dato concuerda con otro citado en el estudio de Yale, que calcula que 7 de cada 10 niños en comunidades rurales desayunan con refresco.

El investigador afirma que entre las causas del excesivo consumo de esta bebida en Chiapas está el fácil acceso y la publicidad.

“Coca-Cola es el producto más disponible en Los Altos, uno tiene que caminar más distancia para comprar tortillas o cualquier otra cosa. La cantidad de puntos de venta es excesiva, sin ningún control, y con precios reducidos hasta el 30%”, dice el experto. “La disponibilidad y publicidad de algo tan barato es tan grande y omnipresente en Chiapas ante poblaciones vulnerables que han creado una adicción que se ve como necesidad”.

Por su parte, Jaime Page Pliego, doctor en Antropología y líder del estudio, detalló más razones para el incremento de consumo de Coca Cola en el estado. Cita una laxa legislación hacia las empresas refresqueras y campañas de mercadotecnia en lenguas locales. También menciona la poca accesibilidad de agua potable de calidad y en cantidad suficiente para los habitantes.

La iglesia de San Juan Chamula en Chiapas, donde la Coca es sagrada

La noche del 23 al 24 de junio es conocida como la Noche de San Juan, ya que la Iglesia Católica Romana celebra la festividad de San Juan Bautista, el primo de Jesús. A lo largo y ancho de todo el mundo cristiano existe una grande diversidad de formas de celebrarlo, algunas de las cuales incluyen rito paganos como el encendido de hogueras.

México no es la excepción, teniendo regiones donde la festividad se sincretizó con la cosmovisión originaria y dio lugar a una genuina mitología regional. Este es el caso de San Juan Chamula, Chiapas, donde la naturaleza mística de San Juan el Bautista se unió a la bondad de Ajaw, antiguo dios maya.

Saúl Ruiz | El País

La iglesia de San Juan Chamula se encuentra bajo el resguardo de las autoridades municipales y no de la iglesia católica. A diferencia de los templos romanos, en la iglesia de San Juan Chamula lucen cientos de velas multicolor en el piso, junto a las que los chamulas rezan acompañados de gallinas, pox y Coca-Cola, todas ofrendas para el santo.

El interior del templo rara vez ha sido fotografiado, sin embargo se sabe que está pintado de color blanco. A diferencia de las iglesias normales, no posee bancas y el piso está recubierto de hojas de pino, pues los chamulas lo consideran un árbol sagrado, por lo cual su presencia los acerca a Dios.


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