Los dirigentes más cercanos a Evo Morales apuntaron su artillería ayer contra el vicepresidente David Choquehuanca de manera directa y sin filtros.
Primero fue Luis Arce ahora David Choquehuanca. Después de lanzar ataques al presidente Luis Arce ahora el evismo apunta su artillería al vicepresidente David Choquehuanca.
El vicepresidente del MAS y hombre de confianza de Evo Morales, Gerardo García, acusó al otrora canciller de formar un nuevo partido político para postular a la presidencia en las elecciones de 2025 aprovechando su cargo en el Gobierno.
El senador Leonardo Loza, también de la línea evista, acusó a Choquehuanca de generar conflictos en la universidad indígena quechua y de dividir a las bases chapareñas otrora leales a Evo Morales.
La pugna tiene origen en denuncias realizadas por el exmandatario, que ahora funge como “líder indiscutible” del MAS, al gobierno de Luis Arce. Primero fueron los presuntos vínculos con narcotraficantes extranjeros en la región de Chapare.
Esta denuncia surgió como respuesta a la detención de su otrora jefe antidroga Maximiliano Dávila por presunto enriquecimiento ilícito por actividades vinculadas a narcotráfico e investigado por la DEA en Estados Unidos. El Departamento de Justicia de ese país solicitó la intención de extraditar al otrora alto jefe policial.
La denuncia puso en aprietos al otrora presidente de Bolivia, quien expresó su temor de que se siembre pruebas en su contra. Después arremetió contra el ministro de Gobierno de Luis Arce, Eduardo Del Castillo, porque supuestamente había solicitado antecedentes a la DEA estadounidense.
Además, en un acto con cocaleros en Yungas de La Paz denunció que hay diputados y dirigentes que se llenan los bolsillos con el negocio de la hoja de coca. Esta denuncia indignó a la cúpula cocalera de Chapare y la “bancada de Evo” en la Asamblea Legislativa impulsó una interpelación.
La interpelación en el Legislativo no resultó y Del Castillo recibió el respaldo de una mayoría del MAS, pero no frenaron las ansias del entorno evista de alejarlo del gabinete de Luis Arce.
El diputado Gualberto Arispe, del ala evista, pidió la renuncia de la autoridad porque estaría causando “problemas” al “pueblo boliviano”, y puso en duda la continuidad de la autoridad hasta finales de este mes.
Morales no sólo lanzó dardos contra Del Castillo sino en contra del exviceministro de Coordinación Gubernamental y crítico en su contra, Freddy Bobaryn. Logró su destitución y puso en su lugar a Gustavo Torrico, líder del grupo irregular del MAS “Satucos”.
Después arremetió contra la política económica de Arce, su exministro de Economía y autor del modelo económico de su gobierno. Afirmó que «no se siente el cambio económico» en los bolsillos de la gente y aseguró que hay un «pedido permanente» ante la falta de obras.
Arce esta vez no quedó en silencio, respondió al jefe de su partido y dijo que el crecimiento económico «se siente en los bolsillos» de los bolivianos «poco a poco».
Este domingo, Morales insistió desde su programa radial que «ya se siente la crisis alimentaria» y que «la informalidad está creciendo».
Morales y Arce se verán cara a cara el 20 de junio después de que el segundo convocó a una reunión a los dirigentes de las seis federaciones de cocaleros del trópico de Cochabamba, incluido el jefe de su partido, en la Casa Grande del Pueblo. Inicialmente la convocatoria fue realizada para que acuda al Chapare a rendir cuentas.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, consideró ayer que se tratan de “criterios y opiniones que se dan”. “Tomamos en el marco del respeto, nosotros como Gobierno trabajamos y seguiremos trabajando en el marco del mandato que nos dio nuestro presidente constitucional» afirmó.
El diputado Rolando Cuéllar, echado por el MAS de Evo Morales, pidió al expresidente «que deje de hacer campaña política» y que deje gobernar a Luis Arce.
«Acá nadie discute quién fue Diego Armando Maradona, Marco Antonio Etcheverry y nadie se discute y en la reunión que tuvimos no está en tela de juicio quien fue el líder histórico el señor Evo Morales y fue el mejor presidente, fue. En esta gestión 2022, hay un nuevo líder hay un nuevo actor político y es Luis Arce Catacora-David Choquehuanca, en este momento vamos a respaldar para que la gestión 2025-2030 se ratifiquen como la continuidad candidato a la presidencia, en ese sentido, que no pierdan su tiempo los diputados del Chapare para hacer campaña para Evo Morales porque falta cuatro años para las elecciones” remató.
El evismo apuntó su artillería ayer contra David Choquehuanca de manera directa y sin filtros. El vicepresidente del partido, Gerardo García, acusó al mandatario de organizar su propio partido político al amparo de su cargo para postular a la presidencia en las elecciones de 2025 mientras el senador Leonardo Loza acusó a éste de dividir a las bases de Evo Morales en su bastión político y lo culpó por el conflicto en la universidad indígena quechua que funciona en el trópico de Cochabamba.
Cuéllar pidió al senador Loza y sus colegas Gualberto Arispe y Héctor Arce que “no hagan quedar mal al trópico porque todo el trópico no piensa como ustedes, hay compañeros rescatables que piensan diferente, que quieren renovación dentro de las seis federaciones, las bases deberían elegir a un nuevo ejecutivo de las seis federaciones” sugirió.
La dirigenta también expulsada del MAS por los leales a Evo, Angélica Ponce, salió en defensa del vicepresidente Choquehuanca. “Es un error de comentar de esta forma del compañero David, quien busca la unidad del partido, veo que está trabajando en articular a las organizaciones sociales y colaborar al partido, comentar en su contra es ir contra el voto popular del pueblo”, advirtió.
Consideró que los ataques contra Choquehuanca surgen para evitar que se realice el congreso nacional del MAS previsto para agosto y así mantener el liderazgo de Evo Morales. “Tiene que hacerse el congreso del MAS, ya hace siete años debía realizarse y ahora quiere hacer un desconocimiento como si fuera dueño”, lamentó.
Choquehuanca es promotor de la renovación de los liderazgos en su partido e impulsa la creación de escuelas de formación política en varias ciudades del país, esto generó la desaprobación de Morales.