Muchas personas siguen creyendo que vapear o fumar cannabis es inocuo, a pesar de que los especialistas llevan alertando de sus riesgos, sobre todo en los más jóvenes. Un estudio revela la vulnerabilidad de menores y adolescentes que se inician en estas prácticas ignorando que tienen un impacto significativo en el cerebro.
El cannabis es la sustancia ilegal de mayor consumo en Madrid, que refleja un incremento de 1,4 puntos en 2023 con respecto al año anterior, según la última Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y otras Drogas (EDADES),
«Los cannabis actuales son mucho más potentes que los de generaciones anteriores, y su consumo puede llevar a trastornos psicóticos y otros problemas de salud mental», ha advertido la psiquiatra Silvia Pérez, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario General de Villalba, que organiza talleres dirigidos a estudiantes de Educación Secundaria para informar sobre los riesgos del consumo de cannabis y el uso de los vapeadores en el desarrollo del cerebro y prevenir las adicciones.
Muchos jóvenes creen erróneamente que los vapeadores son una alternativa más segura al tabaco, ignorando que conllevan riesgos para la salud respiratoria y mental debido a las sustancias químicas presentes en sus líquidos, ha asegurado la especialista, que considera «la adolescencia una etapa crítica», por lo que «proporcionarles información veraz sobre los riesgos es fundamental para su salud», ha subrayado.
La encuesta de EDADES refleja que el 9,7 % de la población de entre 15 y 64 años ha probado el cannabis alguna vez, en los últimos 12 meses, y la edad media de inicio de su consumo es de 18,3 años, en hombres y en mujeres.
La experta ha explicado que los adolescentes son especialmente vulnerables, en el plano mental, pero también en el físico, en su deseo de pertenecer a un grupo social o experimentar nuevas sensaciones, algo que puede llevarlos a tomar decisiones equivocadas.
La percepción social es que el cannabis es una sustancia «blanda»
«Nuestro objetivo es ofrecerles herramientas para que puedan tomar decisiones responsables y conscientes sobre su salud», ha explicado la psiquiatra. Uno de los principales focos de los talleres ha sido el cannabis, una sustancia que, a pesar de la percepción común de ser «blanda», representa un riesgo significativo para el cerebro en desarrollo de los jóvenes.
La campaña del hospital madrileño busca dejar claro que el consumo de drogas nunca es seguro y sus efectos pueden ser devastadores a largo plazo, ha apuntado el centro en un comunicado.
Durante los talleres, los adolescentes participantes han podido expresar sus inquietudes y recibir información clara y basada en evidencia científica. «No solo les enseñamos e informamos sobre los riesgos, sino también sobre cómo prevenir la tentación de probar drogas en primer lugar», señala la especialista.
Si bien el Hospital Universitario General de Villalba pone énfasis en la prevención en la adolescencia, también subraya la importancia de retrasar el consumo de sustancias hasta que el cerebro y el cuerpo estén completamente desarrollados.
«Las decisiones que tomen en su adolescencia tendrán un impacto directo en su futuro», ha argumentado la psiquiatra. «Queremos que los jóvenes construyan una vida sana y libre de adicciones, tomando decisiones informadas desde el principio».