La Alcaldesa de El Alto también advirtió que en las próximas elecciones ese municipio definirá «quién nos va a gobernar» y «dónde queremos ir como país». Además, aseguró que su ciudad hará «temblar a los que nos amenazan desde el Chapare”.
“Nosotros, como Gobierno Municipal, no hacemos museos para palomas, nosotros no trabajamos para el jefe”, afirmó la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, en el epílogo de su discurso por el 40 aniversario de El Alto en respuesta a concejalas que responden a Evo Morales.
No fue casual. Con evidente molestia respondió a las concejalas que, en voz de Copa, se reían cuando enumeraba las obras ediles concretadas para El Alto. La alusión era al coloso museo construido en Orinoca, pueblo de Morales, con un millonario gasto y que actualmente se deteriora sin uso.
“¿Saben qué, compañeros? A unos les puede parecer gracioso, pero nosotros, como Gobierno Municipal, no hacemos museos para palomas, nosotros no trabajamos para el jefe, nosotros trabajamos por el pueblo y para el pueblo, y nos vamos a levantar”, afirmó.
La concejal Wilma Alanoca responde a Morales y fue Ministra de Culturas cuando se inauguró el 2 de febrero de 2017 el denominado Museo de la Revolución Democrática y Cultural de Orinoca, en Oruro. Una infraestructura que costó unos $us 7,1 millones, donde el expresidente guardó los obsequios que recibió durante su gestión.
En el espacio también se podía conocer la historia de la cultura prehispánica, de la invasión española del año 1532 y la rebelión de Túpac Katari en 1781. Edificado sobre una superficie de 12.000 metros cuadrados, actualmente el repositorio no funciona y está cerrado desde 2020.
Cuando enumeraba las obras hechas en el municipio, como los distribuidores, la operación plena del estadio municipal de Villa Ingenio, que albergó partidos de las eliminatorias para el Mundial, y otras, Copa redirección su discurso por minutos y se refirió a las risas de una de las concejalas evistas.
Mirándola desde la testera, sin identificarla, cuestionó: “Yo no sé de qué se ríe la concejal, porque yo no sabía que había concejales de Frente Para la Victoria”, en referencia al acuerdo político que Morales firmó con esa organización política para terciar en las elecciones generales del 17 de agosto, pese a los impedimentos legales que enfrenta.
Morales renunció al MAS, partido con el que llegó a la Presidencia del Estado, luego de perder la dirección de la organización política. Sin embargo, pese a la instrucción de renunciar al MAS, legisladores, asambleístas ni concejales evistas dimitieron. Morales les ordenó seguir en sus cargos, tras críticas a su negativa a dimitir a su militancia.
Copa reprochó lo que consideró falta de “dignidad, ética y valor” de los concejales que responden a Morales, y les cuestionó que, antes de proteger y velar por los intereses del municipio, opten por “proteger a personas”.
Alanoca y la concejal Fabiola Furuya, ambas evistas, en varias ocasiones dejaron sus labores en el Concejo Municipal para ir a visitar a Morales en el Chapare, donde se atrincheró desde octubre de 2024 para evitar su detención por el proceso por trata de personas agravado que se le sigue en Tarija.
“Antes de ser un partido, son alteños y deberían de pelear por esta ciudad. Antes de velar intereses, antes de ir a proteger personas, deberían de proteger esta ciudad”, demandó Copa.
A los alteños los instó a no dar paso a la división y no permitir que “vengan otra vez con palabras bonitas a decirles que El Alto es una ciudad pujante, revolucionaria y joven para su voto”.
“En esta ocasión (en las elecciones del 17 de agosto), El Alto va a definir quién nos va a gobernar, y en esta ocasión, El Alto va a decir dónde queremos ir como país, así que, pensemos qué es lo que queremos hacer como ciudad de El Alto”, afirmó.
Finalmente, Copa advirtió que será El Alto el lugar que haga “temblar a los que nos amenazan desde el Chapare”.