Se inicia el Miércoles de Ceniza sin el papa, internado y con pronóstico reservado

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El Vaticano, en uno de sus reportes diarios, dio a conocer que el sumo pontífice descansó, está estable y que, de momento, no ha sufrido otra crisis respiratoria. Sin embargo, sus quebrantos de salud le impidieron participar de la ceremonia con la que inicia la época de Cuaresma para los católicos.

El papa Francisco “descansó bien durante la noche”, pero se perderá el inicio de la Cuaresma católica este Miércoles de Ceniza por culpa de la doble neumonía que lo mantiene hospitalizado en Roma desde el 14 de febrero.

En su anterior boletín publicado el martes por la noche, la Santa Sede señaló que el estado de Francisco era “estable” y que “no tuvo episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmo”, como sucedió la víspera.

Sin embargo, su pronóstico vital todavía sigue siendo “reservado” y los médicos le hicieron llevar una máscara de oxígeno durante la noche.

En su vigésimo día de ingreso en el hospital Gemelli de Roma, el líder de la Iglesia católica no participará en las celebraciones del Miércoles de Ceniza que dan inicio a la Cuaresma, el período de cuarenta días que precede a la Pascua.

El papa suele presidir la misa de este día, en la que los feligreses reciben cruces de ceniza en sus frentes. La ceniza tradicionalmente procede de la quema de las palmas del Domingo de Ramos de las celebraciones de Pascua del año anterior. El pontífice argentino ya se había perdido estas mismas celebraciones en 2022, debido a un agudo dolor de rodilla.

En esta ocasión tampoco podrá participar en los tradicionales “ejercicios espirituales”, un retiro que tiene lugar cada año al inicio de la Cuaresma con la Curia, el personal y la administración de la Santa Sede.

La hospitalización más larga del papa Francisco

En el hospital Gemelli de Roma, que Juan Pablo II llegó a bautizar como “Vaticano III”, el jesuita argentino alterna reposo, plegaria y fisioterapia para recuperarse de una neumonía en ambos pulmones que le ha provocado varios episodios de insuficiencia respiratoria.

Es la hospitalización más larga del sumo pontífice, quien no ha aparecido en público desde su ingreso y se ha perdido la oración del Ángelus los tres últimos domingos, una novedad desde su elección en 2013.

El equipo médico del papa no se ha pronunciado por ahora con respecto a cuánto tiempo más seguirá ingresado ni cuánto tiempo precisará de convalecencia si consigue superar la enfermedad, lo que genera inquietud entre los fieles.

El martes, creyentes argentinos colocaron frente al hospital una estatua de la Virgen de Luján, con un velo azul y blanco, a la que Francisco solía ir a rezar en peregrinaje cuando era arzobispo de Buenos Aires.

Esta hospitalización, la cuarta desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron la salud de Jorge Bergoglio en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.

También reabrió los interrogantes en el Vaticano sobre la capacidad de desempeñar las labores papales de Francisco, que en los últimos tiempos descartó la idea de renunciar.


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