Albertina Sacaca, la más vista en las redes sociales

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Tutoriales, recetas, historias divertidas y una sonrisa son algunos de los elementos que comparte día a día la influencer boliviana Albertina Sacaca. Si bien en las últimas semanas se vio en medio de un gran debate sobre lo que cobra por publicidad en sus redes, la joven potosina viene destacando desde hace más de un año, principalmente, a través de su cuenta de Tik Tok.

Con 6,3 millones de seguidores en la red social, Sacaca ha tenido un crecimiento sostenido, pese a que en junio Tik Tok eliminó su cuenta, aunque al final tras los reclamos pudo recuperar su cuenta principal.

Muchos identifican a Albertina como chuquisaqueña, pero ella es potosina. Nació en la provincia Chayanta, de Potosí.

Con 22 años, la joven vive en Sucre, por motivo de estudio, según relató en una entrevista que tuvo con Radio Global.

“Al principio no quería subir ya más videos y ellos mismos me decían: ‘dónde estás, dónde te pierdes’ desde otros países y ellos me han ayudado a crear contenido. Me siguen desde España, Brasil, México”, contó en una entrevista en Unitel.

Su popularidad fue en ascenso en las redes sociales, por lo que empresas del país decidieron contar con sus servicios. La presencia de Albertina en eventos feriales, actividades empresariales y otros llamó la atención de sus seguidores, que no dudaron en aguardar para tomarse una foto o recibir un saludo de la joven.

En medio de todo eso, con una popularidad en alza y con una cuenta que es seguida por millones de personas. La creación de contenidos con propósitos publicitarios abrió una oportunidad para la joven potosina.

La polémica comenzó cuando se “filtró” el precio que se cobraba por la elaboración de contenido, se habló de cifras altas y como en toda situación, hubo apoyo y rechazo.

En las redes sociales, muchas personas cuestionaron a la persona que difundió el video y defendieron a Sacaca, una de las influencers más reconocidas y destacadas en el país y que cosechó seguidores gracias a su manera natural de presentarse.

El video publicado muestra un celular desde donde se hizo una llamada a la influencer, para preguntarle sobre una rebaja en sus tarifas, ya que su representante habría cotizado entre 700 y 1.000 dólares para publicitar un producto para Tik Tok o Facebook.

Tras la polémica que creó un debate en torno a los influencers y su labor en las redes sociales, Albertina agradeció por el apoyo y los mensajes que recibió durante ese periodo.

“Para los que dicen que me estoy haciendo millonaria por hacer publicidad una vez al año. En serio, este año hice una publicidad y me quitaron la cuenta. Les muestro dónde guardo tanto dinero, este turril está sellado lleno de money. ¿Y dónde guardo dólares? Pues aquí (muestra unos gangochos)”, señaló en un video publicado.

En el mismo aprovechó para contar que, cuando no tenía un representante, llegaron a cuestionar por qué tenían que pagarle si “en el campo no se necesita”.

“Posiblemente sea los últimos videos que suba por aquí”, afirmó.

Ante esta situación, otros influencers y creadores de contenido comentaron sobre el debate que se armó entorno a la joven, para recordar que ella mostró incluso cuando fue engañada con un billete falso luego de vender parte de la cosecha en la que trabaja junto a su familia.

Los criterios son diversos y, pese a los intentos de tener una versión por parte de la influencer, su representante Milton Paniagua afirmó que ella no dará entrevistas “por cuestiones personales”.

Más allá del debate, las observaciones o el apoyo, en su cuenta destaca la naturalidad con la que se expresa y que sus sueños siguen firmes.

En uno de sus videos comentó una publicación falsa que circuló en las redes sociales y ahí contó que entre sus sueños está tener una casa para sus papás, ayudar con la enfermedad de su hermano, tener un negocio para sus padres y realizarse a nivel personal.

Contó que por diversas razones no pudo concluir con su licenciatura, pero que tiene estudios en nivel de técnico medio.

“Todo lo que se ve así es mentira. Cuando muestro algo en mis videos es para que se diviertan, cuando al menos me dicen ‘estaba triste, pero con tu video me reí’. Si alguna vez les cuento algo sobre mi vida, es porque quiero mostrarles que soy como ustedes, no soy una persona diferente, no es que no tengo problemas”, dijo.

Infancia

Albertina vivió una infancia complicada, en la que tuvo que esforzarse junto a sus hermanos desde muy pequeña. De acuerdo a una anterior entrevista con el programa QD Show, junto a sus hermanos vendía bolsas en Sucre.

“Las personas se ponen límites y es algo que no debería existir. Desde chiquita, a mis cinco años, ya estaba vendiendo en las calles, con mis hermanos vendíamos bolsas”, contó.

Reveló que cuando era niña sufrió bullying, en el colegio la molestaban por el apellido y por el oficio de su mamá, a esto se suma que era muy tímida, por lo que se burlaban.

Pero eso no duró mucho, puesto que se dio cuenta de que podía defenderse.

En esa época fue apadrinada a través de un centro de atención integral, donde además comenzó a entrenar. Se formó como nadadora y ganó medallas en varias competencias.

Según relató, a través del centro, encontró padrinos extranjeros y ellos pagaban sus cursos de natación, haciendo que sea una de sus pasiones.

Tuvo un gran desempeño como nadadora y, cuando estaba cerca de vencer récords, no pudo continuar por falta de apoyo económico.

Cuando salió del colegio, decidió estudiar Gastronomía, pero la institución donde se preparaba cerró porque no contaba con autorización para su funcionamiento.

Luego intentó abrir su salón de belleza, ya que tenía formación en belleza integral, pero no resultó, por lo que tuvo que cerrar el emprendimiento.

Luego decidió postularse a la Escuela Normal y aunque la misma está en Villa Serrano, a cinco horas de la ciudad de Sucre, decidió intentarlo. Pese a que no quería separarse de su familia, ahora se forma para ser maestra de Educación Física.

En Tik Tok 

A punto de terminar el colegio, Albertina quiso regalarle a su madre una cocina porque la que tenía era muy vieja.

“Mi hermano veía la serie de Pablo Escobar y me hace ver una parte que dice: ‘Si en un año no tengo un millón de dólares, me pego un tiro en la cabeza’. Entonces decíamos: ‘Si en un año no le regalo una cocina a mi mamá, me voy a lanzar de aquí’”, recordó.

Un video le mostró cuánto podía llegar a ganar un youtuber, por lo que pensó que podía hacerlo, publicó tres videos, pero aún nadie los veía.

Tuvo miedo, pero siguió. Al final, atraída por el interés que muestran los extranjeros por la cultura boliviana, comenzó a mostrar detalles sobre las costumbres nacionales.

Las reacciones de personas extranjeras, que incluso llegaron a Bolivia atraídos por lo que Albertina mostraba en sus videos, la alentó a seguir.

Con 6,3 millones de seguidores, Albertina continúa en la red mostrando el lado divertido de las situaciones de la vida y con una sonrisa que ha tenido el poder de cambiar más de un día triste.


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