El desfile número 100 será en 2026, pues la cabalgata se suspendió entre 1942 y 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Macy’s recicló sus globos de caucho y los donó al Ejército
Nueva York. En Estados Unidos, la celebración de Acción de Gracias tiene tres pilares: el pavo, los partidos de fútbol americano y el desfile de Macy’s (cabalgata que cumple este año un siglo de vida y, pese a celebrarse en Nueva York, es seguida por todos los estadounidenses a través de la televisión).
Esta edición es “la mayor hasta el momento”, con 17 globos gigantes de personajes de ficción, 22 carrozas, once bandas de música, 700 payasos y más de 90 kilos de confeti. 100 años atrás, el desfile del 27 de noviembre de 1924 fue mucho más modesto.
No tenía ninguno de los globos gigantescos, su gran atracción eran los animales del zoológico de Central Park -como los elefantes-, y ni siquiera se centraba en el feriado de Acción de Gracias, ya que se llamaba «Desfile de Navidad de Macy’s“.
Lo único que no ha cambiado en un siglo es que el desfile termine en Herald Square (donde está la tienda principal de Macy’s, que llegó a ser la más grande del mundo) y que la última carroza sea la de Papá Noel para dar el pistoletazo de salida a las compras navideñas.
Lee también Cowboys y Giants, sólo a divertir en el Thanksgiving
Los pinchazos y las huidas de los globos gigantes
En 1927, el gato Félix se convirtió en el primer globo de helio del desfile y, según Time, Macy’s no tenía un plan para desinflarlo cuando este terminara, por lo que el globo simplemente fue liberado y explotó.
Al año siguiente, se repitió la misma técnica, pero para evitar la explosión final tras soltarlo, el almacén incorporó válvulas para que el helio se expulsara lentamente, un proceso que podía durar hasta una semana.
“Había una etiqueta en la parte inferior de cada globo, y si lo encontrabas en tu patio trasero y llevabas esa etiqueta a Macy’s, recibías un regalo”, explicó a la cadena NPR en 2015 la entonces productora ejecutiva del desfile del Día de Acción de Gracias de Macy’s, Amy Kule.
No obstante, según anota Time, este proceso no fue ni sencillo ni pacífico. En una ocasión, un globo aterrizó en Long Island, pero fue destrozado por los vecinos que competían por hacerse con el premio de 100 dólares y el peor incidente ocurrió en 1932 cuando, según un ejemplar del New York Timesde esa época, un globo del gato Tom de más de 27 metros se enroscó en una ala de un avión, haciéndolo caer en picado; evento que escandalizó a los testigos, pero no dejó heridos.