Los ataques se perpetraron la madrugada de hoy en la región de La Araucanía y las autoridades sospechan que los autores son mapuches radicales del grupo Weichán Auka Mapu.
Un ataque a un cuartel policial y un incendio supuestamente intencionado se registraron durante la madrugada de este domingo en la región de La Araucanía, una zona agitada del sur de Chile donde existe un enconado y violento conflicto entre algunos grupos de indígenas, el Estado y grandes empresas forestales.
En la localidad de Lumaco -más de 600 kilómetros al sur de Santiago-, un grupo de personas que viajaba abordo de dos vehículos atacó con armas de fuego una comisaría, según informaron desde el cuerpo de Carabineros.
El grupo logró huir y no se registraron lesionados, aunque el cuartel policial sufrió daños en su estructura, indicaron fuentes oficiales.
En la misma región, pero en la localidad de Vilcún, se registró un ataque incendiario que dejó al menos dos maquinarias quemadas en un predio donde operaba una empresa dedicada a la extracción de desechos forestales, relataron fuentes de la Policía de Investigaciones.
En el lugar de los hechos se encontró un cartel que atribuía el incendio al grupo Weichán Auka Mapu -que en idioma mapudungún significa Lucha del Territorio Rebelde-, una organización radical mapuche, señalaron desde medios locales.
Conflicto histórico
En varias regiones del sur de Chile existe desde hace décadas el llamado «conflicto mapuche», que enfrenta al Estado y empresas agrícolas y forestales de grandes grupos económicos con algunas comunidades indígenas de esta etnia -la mayoritaria en el país- que reclaman las tierras que habitaron durante siglos.
En el último año, esta disputa ha experimentado una escalada de violencia con frecuentes ataques incendiarios a maquinaria y predios, tiroteos con víctimas mortales y huelgas de hambre de presos indígenas.
Los terrenos que reivindican los mapuche fueron ocupados a fines del siglo XIX por el Estado chileno en un proceso conocido oficialmente como la ‘Pacificación de La Araucanía’ y ahora pertenecen en su mayoría a grandes empresas o familias que descienden de colonos.
Ante el aumento de la violencia, la región de La Araucanía y dos provincias de la vecina región del Biobío (entre ellas la de Arauco) se encuentran desde mayo bajo estado de excepción, una medida que permite el despliegue de las Fuerzas Armadas para colaborar en el control del orden público.