Al escuchar la balacera, los vecinos del lugar alertaron a la Policía, quienes intervinieron y lograron la aprehensión de un sospechoso, quien al verse acorralado volvió a disparar contra los uniformados.
El informe policial revela que uno de ellos disparó en dos oportunidades contra un uniformado que salió ileso.
No obstante, en las gradas de ingreso al alojamiento se evidenció manchas de sangre. El caso está en proceso de investigación.
Nelo Copa, abogado de los afectados en el asalto, señaló que los delincuentes se robaron unos 28.000 bolivianos, según Unitel.
La administradora del lugar está asustada con lo sucedido, ya que estaba en el alojamiento junto a sus dos hijos. Existen cámaras de seguridad en el lugar, pero no funcionan.
El arma que fue usada por uno de los atracadores, quien disparó antes de ser capturado por la Policía.