Este domingo el delantero boliviano Marcelo Martins se despedirá de la camiseta del Cruzeiro. Pero, ¿cómo un boliviano logró ser ídolo de una de las hinchadas más exigentes en Brasil? Aquí te lo contamos
Agosto de 2007. A Marcelo Martins Moreno le comunicaron que entraba entre convocados para el partido de ese domingo 19, en el Mineirao; el rival era el Fluminense. Pocos imaginaron que ese día, en la victoria por 4-2 ante el equipo carioca, iba a comenzar un idilio interminable, un amor entre jugador e hinchas porque ese día, Martins marcó su primer gol.
Futbolísticamente había nacido en Oriente, donde debutó en 2003 como profesional con solo 16 años, pero en 2004, renació cuando llegó al Vitoria de Bahía donde su nombre comenzó a dar de qué hablar. Ahí estuvo hasta 2006 porque al año siguiente, Cruzeiro puso sus ojos en él y acabó recalando en el club que ama y donde es amado también.
Pero, ¿cómo llegó a convertirse en ídolo de la Raposa? Hay tres hechos relevantes: sus ocho goles en la Copa Libertadores de 2008 –siendo el máximo goleador junto al paraguayo Salvador Cabañas-, sus 22 goles para conseguir el título del Brasileirao en 2014 siendo él figura, y el préstamo de más de $us 500.000 que salvó al club en su peor momento.
Por eso lo reciben como lo reciben cada vez que llega a Belo Horizonte. La última vez, fue llevado en hombros y casi no pudo salir del aeropuerto por la cantidad de ‘torcedores’; pero antes, también, en 2014 tras su periplo por Europa, y en 2020 cuando volvió de China para darle una mano al equipo que estaba en la serie B y sumido en una crisis económica.
En 2008 y poco antes de emprender viaje rumbo al Shakhtar Donets de Ucrania ($us 14 millones, el boliviano más caro de la historia), Martins revolucionó la Copa Libertadores convirtiéndose en máximo goleador. Sus goles fueron vitales para que el Cruzeiro avanzara hasta las instancias finales. Su ‘venta’ a Europa no tenía vuelta, lo querían en Ucrania.
El segundo y gran motivo para el idilio con la Raposa se dio en 2014 cuando retornó a club tras jugar en el Shakhtar, Werder Bremen (Alemania) y Wigan (Inglaterra). Ese año volvió para ser campeón porque en 52 partidos disputados marcó 22 goles y llevo al Cruzeiro al título del Brasileirao, el torneo más importante que se juega en el vecino país.
Y como sucedió en 2008 se hizo otra vez insostenible mantener al goleador porque desde China, desde el Changchun Yatai lo llamó para reforzar a ese club. Ese nuevo periplo por Asia, que incluyó al Wuhan Zall y Shijiazhuang Ever Brigh, también dejó buen dinero a las arcas del Cruzeiro lo que afianzaba aún más el idilio ya no solo con el club, sino con Belo Horizonte.
En 2015 estando en el fútbol chino hubo un hecho que marcó. Martins decidió pasar sus vacaciones en Brasil y cierto día, Cruzeiro recibía en el Mineirao al Sport Recibe, y tentado por sus cercanos, decidió ir a ver al equipo junto a su esposa. Antes del primer tiempo no aguantó más y en el momento menos pensado se incrustó en la propia barra del club.
Martins, ídolo en Cruzeiro de Brasil
La ‘Mafia Azul’ lo recibió, le entregó una bandera gigante y el boliviano la comenzó a mover de un lado para el otro. Las cámaras de inmediato se dieron cuenta de ese suceso y terminó enfocado viéndose en las pantallas gigantes del estadio; una cerrada ovación retumbó en el estadio cuando vieron a Martins Moreno como un ‘torcedor’ más, como ellos mismos.
“Ese momento entendí bien lo que era ser cruzeirense”, dijo Martins ahora que vive momentos especiales trabajando para su despedida este domingo. En una carta que le dejó a los hinchas marcó este suceso como algo especial. Y aunque jamás quiso hablar del préstamo que hizo, se sabe que el amor a los hinchas palpado aquel día de vacaciones, fue decisivo.
Martins se despedirá de la camiseta de Cruzeiro este domingo. No es seguro que juegue en la gran final del estadual ante el Atlético Mineiro, pero sí, es seguro que le harán homenajes, previo a que el balón comience a rodar. “Acá tratamos bien a los ídolos”, anunció el Cruzeiro. Y no hay dudas, el boliviano es un ídolo en la Raposa.