El contrabando se renueva y crece en fronteras con Perú y Argentina

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Las mafias utilizan mecanismos nuevos para introducir y sacar mercadería ilícita. Adaptan buses y camiones cisternas para ocultar los productos de contrabando. Sigue habiendo zonas críticas.

El contrabando no para y se da modos para cambiar tácticas y así evitar los controles militares, aduaneros y policiales. Hoy hay “buses fantasmas” que introducen mercadería ilegal al país en los asientos donde deberían estar pasajeros. Las mafias también acondicionan minibuses y cisternas para ingresar productos de contrabando. Además, sigue el trabajo “hormiga” en varias fronteras. Los puntos más afectados son Desaguadero, en La Paz; Guayaramerín, en Beni; Villazón, en Potosí; y Bermejo y Yacuiba, en el departamento de Tarija.

Las mafias del contrabando cambiaron la forma de operar. El viceministro de Lucha Contra el contrabando, Pedro Vargas, informó que los “tradicionales” camiones de alto tonelaje que introducen la mercadería optaron por incursionar nuevas rutas, todas ellas ilegales y atacando al personal militar en varias zonas.

“A partir de la gestión 2022 hemos identificado que el transporte de pasajeros interprovincial e interdepartamental se convirtió en un medio para transportar mercancías de contrabando de todo tipo. En Desaguadero son las flotas de transporte interprovincial, pero donde más se ha localizado el fenómeno es en el transporte interdepartamental de la ruta nueve, que une Yacuiba con Santa Cruz”, detalló el viceministro Vargas.

La autoridad remarcó que por la ruta nueve ingresan productos argentinos de manera ilegal. Las mafias traspasan la mercadería desde la localidad argentina de Salvador Mazza hasta Yacuiba en carros pequeños, a pie y hasta por medio de casas particulares.

“Para trasponer la frontera entre Salvador Mazza (Argentina) y Pocitos (Bolivia), los contrabandistas recurren a la fortaleza de las espaldas de los estibadores, luego la mercadería es cargada en camiones ligeros hasta Yacuiba y de ahí, además de los camiones de alto tonelaje, es camuflada en buses de pasajeros que son atiborrados de productos ingresados ilegalmente para seguir su camino hacia los principales mercados del país”, relató Vargas.

El viceministro añadió que los choferes no entregan la lista de pasajeros en los controles y dicen que llevan una delegación. “No llevan pasajeros -o llevan pocos- el resto de los asientos está, de acuerdo a las planillas, ocupados por una delegación, solo que esa ‘delegación’ está compuesta por cajas de detergente, packs de cerveza, bolsas de comida para perros y un largo listado de productos que llegan de Argentina. Naturalmente que los buzones de carga también tienen mercadería ilegal a tope”, reveló la autoridad.

Empresas camufladas

Según informes del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, existen empresas de transporte que han prescindido de los asientos en sus buses y han polarizado los vidrios de las ventanas como una forma de llevar más mercadería y cruzar con mayor calma los puestos de control de la Aduana Nacional. Algunas de estas flotas de transporte han sido identificadas como recurrentes en la comisión de este ilícito y hoy enfrentan procesos.

“Hubo recurrentemente alrededor de cinco flotas que no transportaban pasajeros e iban llenas de mercaderías de contrabando. Fueron llevadas intactas, flota y mercancía, a instalaciones de la Aduana en Yacuiba”, destacó el viceministro Vargas.

Incluso, los dueños de estos motorizados habilitaron en los vehículos cajas debajo de los asientos, en los que acomodan celulares y computadoras portátiles, mientras litros y litros de gasolina van arriba en improvisados turriles, que a la vista son difíciles de observar. Eso sucede en Desaguadero, frontera con Perú, cuando se lleva contrabando al vecino país. 

“Los días de feria pasan aproximadamente 80 flotas, pero desde las siete hasta las 10 de la noche las flotas aprovechan la oscuridad para sacar o meter contrabando”, confirmó Vargas.

Cada martes y viernes, cuando se realiza la feria de Desaguadero, que está a 107 kilómetros de la ciudad de La Paz, decenas de flotas salen rumbo a Perú, pero un grupo de estos motorizados aprovecha la noche para, además, transportar contrabando.

Los choferes de estos motorizados adulteran facturas y certificados del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y camuflan cargamento ilegal, además de alimentos, en compartimentos modificados.

Este modus operandi era típico en la localidad de Puerto Aguirre, frontera con Brasil, donde los vehículos modificaban sus chasis para llevar gasolina de contrabando, pero ahora el ilícito fue mejorado en Desaguadero.

Junto a Desaguadero, los otros sectores más vulnerables al contrabando son Puerto Acosta, Copacabana, Tiquina y la población fronteriza de Charaña. “En estos sectores existe un gran flujo de transporte de pasajeros, pero en muchos casos, algunos transportistas ya no están trasladando personas, sino mercancía de contrabando”, detalló Vargas.

La autoridad recalcó que existen “clanes familiares” que operan en ambas naciones –y también en otras fronteras del país- y que se organizan con las comunidades para que el control sea anulado.

Hay videos de pobladores de Desaguadero que muestran cómo operan estas mafias. Hacen pasar la mercadería en botes, buses y hasta a pie. En el lado peruano, concretamente en Desaguadero, concentran los productos y los llevan a otras poblaciones, como Puno, Juliaca, Moquegua e Ilo. Es que en Perú esos productos tienen un valor más alto.

En todo el país, existen al menos 20 empresas de transporte interdepartamental que fueron identificadas por transportar mercadería de contrabando en el interior de los buses.

En el sur la situación del contrabando también está en crecimiento y con métodos que se habían replegado. En Villazón los “carritos” volvieron a aparecer tras que en el lado argentino cavaron zanjas para evitar el paso de motorizados. También existen personas que cargan bultos desde Argentina a Villazón, según reportes de medios locales.

El nuevo gobierno argentino, a la cabeza de Javier Milei, envió maquinaria pesada y gendarmes a la frontera con Bolivia, concretamente en el municipio fronterizo de Villazón. Esas medidas se replicarán en Yacuiba y Bermejo.

Y es en estas zonas donde también se hallaron nuevos métodos que aplican los contrabandistas. Se comprobó que algunos camiones cisternas también fueron acondicionados para transportar mercadería ilegal.

“Vemos también que el contrabando se está dando muchos modos para meter o sacar mercadería. Es toda una organización. Hemos detectado también cisternas. ¿Quién puede pensar que una cisterna donde dice ‘Peligro combustible’ esté llevando dentro contrabando? Hemos visto, comprobado, en cuatro oportunidades que adentro había cerveza, harina. Lo más preocupante son las modificaciones que hacen a sus vehículos”, cuestionó el viceministro Vargas.


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