Cada día en Bolivia se reportan al menos 97 embarazos adolescentes. Ese es el dato revelador que surgió el 2022, cuando se registró un total de 35.470 embarazos, de los cuales, 2.134 casos ocurrieron en menores de 15 años y 33.336 entre jóvenes de 15 a 19 años.
Los datos anteriores corresponden al Sistema Nacional de Información en Salud y Vigilancia Epidemiológica (SNIS-VE) del Ministerio de Salud.
El embarazo adolescente no debe ser tomado simplemente como una cifra, más bien debe llamar a autoridades y la sociedad civil en su conjunto a reflexionar sobre el impacto en la salud pública y las implicaciones sociales y culturales. Además, existe una relación directa con el incremento de la mortalidad materna por el riesgo de sufrir mayores complicaciones graves durante el embarazo y parto, dice un boletín del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, UNFPA.
“Cuando una adolescente queda embarazada o es madre, su salud, su educación, su potencial para obtener ingresos y todo su futuro potencial puede estar en peligro y quedar atrapada en una vida de exclusión y sueños interrumpidos”, dice el organismo multinacional.
Según el UNFPA, en Bolivia, al igual que a nivel global, más de la mitad de las mujeres bolivianas que fueron consultadas no había decidido ser madre cuando quedó embarazada, sino que quería ejercer su maternidad más tarde (28,9%), o ya no quería tener más hijos o solo no quería ser madre (21,6%).
El estudio “Metodología de Impactos del Embarazo Adolescente en América Latina y el Caribe (MILENA)” para Bolivia, presentado el 2022 por el Ministerio de Salud y Deportes con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), revela las consecuencias socioeconómicas del embarazo no intencional en la adolescencia y presenta evidencias sobre las brechas en los logros educativos y en los niveles de ingreso y empleos laborales entre quienes fueron madres en la adolescencia y fueron madres en edad adulta joven.
El informe evidencia que el embarazo no intencional es un asunto personal, una cuestión de salud, un problema social de derechos humanos, una cuestión de desarrollo y una cuestión humanitaria, que puede estar asociado a un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo, parto y post-parto con consecuencias de enfermedad y muerte para la mujer.