Autoridades advierten que el agua no se debe tomar sin pasar por un proceso de filtración. El monitoreo se hizo en las tres principales redes de distribución en la ciudad sede de Gobierno
La Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) presentó su informe final sobre el Monitoreo de Calidad de Agua Potable en las Redes de Distribución de la ciudad de La Paz con varios hallazgos sobre los riesgos de consumir agua del grifo sin hervir o pasar por un proceso de purificación.
En el estudio se detectó la presencia de microorganismos como la bacteria E. coli, y los parásitos Yardia y amebas, que no deberían estar presentes en el agua potable, pero por distintos factores se han vuelto resistentes a los métodos de tratamiento.
“Para evitar la contaminación bacteriológica de los contaminantes principales que han sido mencionados, como la presencia de parásitos cuyos indicadores son la giardia, las amebas, por ejemplo, se recomienda el uso de filtros, la implementación de procesos de filtración avanzada”, recomienda la experta Teresa Alvares, que fue parte del equipo que hizo el estudio.
Las muestras se tomaron en tres partes del sistema de distribución: Achachicala, Pampahasi y Chuquiaguillo, usando 45 puntos de muestreo. Los análisis son considerados análisis físico-químicos, análisis microbiológicos y análisis parasitológicos.
En el informe se advierte que se debe buscar soluciones para mejorar la calidad del agua debido a que por las actuales circunstancias, temperatura elevándose, sequía y, por tanto, menos agua hay más riesgo de propagación bacteriológica.
“Con temperaturas de 24, 25 grados, donde sabemos que hay mayor reproducción de microorganismos y también estamos cada vez con menos agua y esto hace que haya mayor concentración, no solo de microorganismos, sino también de algunos elementos que pudieran estar presentes”, advierte Alvares.
El estudio además señala que en las tres redes estudiadas el índice de Langelier ha tenido valores fuera del rango establecido según la normativa boliviana, “presentando un carácter fundamentalmente ácido y corrosivo debido a que se encuentra subsaturada y que esto podría afectar las tuberías y los equipos metálicos también a nivel doméstico e industrial.”
El Índice de Langelier permite conocer la calidad del agua proporcionando información sobre el carácter incrustante o agresivo del agua y está fundamentado en equilibrios del anhídrido carbónico, bicarbonato-carbonatos, el pH, la temperatura, la concentración de calcio y la salinidad total en el agua.
Es un parámetro fundamental para conocer la corrosión o incrustación en las redes de distribución del agua e instalaciones interiores, industriales y domésticas.
Sobre la presencia de metales como hierro, manganeso, cobre, zinc, alfénico y plomo, el monitoreo en todos los puntos determinó que “se cumplen con la norma boliviana 512, Es decir, que los valores encontrados están por debajo de los límites máximos permitidos”.