Libia,Según supervivientes, torrente de agua sacudió las casas como un “terremoto”

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Las lluvias torrenciales que cayeron sobre Derna, la noche del 10 al 11 de setiembre, provocaron el derrumbe de dos represas, y una riada colosal, parecida a un tsunami. Se llevó todo por delante.

Eran las dos de la mañana cuando unos gritos de desesperación despertaron a Abdel Moneim Awad al Sheikh. Al levantarse descubrió que el agua se propagaba por todas partes hasta arrancar las puertas de su casa en Derna, en el este de Libia.

Frente a su casa en ruinas, Abdel Moneim, con la mirada perdida ante un paisaje desolador, recuerda cómo él y su familia sobrevivieron a la catástrofe, que ha dejado miles de muertos y desaparecidos.

“Me fui de casa sin llevarme nada, solo mis gafas y el teléfono móvil. Salí y vi el agua golpear las puertas de hierro como un terremoto”, explica a AFP este hombre de 73 años.

Algunas partes de Derna, como edificios e infraestructuras, quedaron destruidas por la tromba de agua y los puentes que unían el este y el oeste de la ciudad también desaparecieron. La mayoría de las víctimas quedaron sepultadas por el lodo o fueron arrastradas hasta el mar Mediterráneo.

Entre la casa de Abdel Moneim y el río que cruza la ciudad, “había tres o cuatro edificios”. “Ahora no hay nada, solo tierra, como si nunca hubiera habido construcciones”, dice.

El piso de su casa, en la primera planta, está recubierto de una espesa capa de tierra seca. Las ventanas están destrozadas y las paredes llenas de grietas o a pedazos. Vive en ella con su mujer. Sus dos hijos ocupan con sus familias los otros niveles del edificio.

Cuando el torrente destruyó la puerta de su casa, subieron a la cuarta planta. Pero no fue el fin de su “pesadilla”.

Abdel Moneim cuenta que después de un cuarto de hora, “mi hijo gritó para decir que otra ola llegaba y que era mucho mayor que la primera, de unos 20 metros de alto”.

La familia decidió subir más, hasta el quinto piso, en el tejado de la casa de los vecinos. “Utilizamos una escalera de madera y nos quedamos (ahí) hasta el alba, cuando jóvenes voluntarios vinieron a rescatarnos”, recuerda.

Como Abdel Moneim, otras muchas familias en Derna vivieron estos espeluznantes momentos.

Mohamad Abdelhafidh, un libanés instalado en Derna, explica que “vi la muerte”.

Este hombre de 50 años estaba durmiendo cuando sintió la “sacudida”. “Pensé que era un terremoto”, dice.

Pidió a su hermana y su padre que fueran a la calle pero, al salir al balcón, descubrió que el agua había subido hasta el nivel de su apartamento, en la tercera planta.

Él y su familia se refugiaron rápidamente en los niveles superiores, donde se quedaron hasta que el agua bajó. AFP


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